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Maija Awi, dios Serpiente del Agua

Los kumiai, conocidos también como tipai-ipai, kamia o diegueños, habitan en el noroeste de México, en el estado de Baja California. Dentro de su tradición oral se encuentra una leyenda muy bella que se ha transmitido de generación en generación hasta llegar hasta nuestros días.

Dicha leyenda nos cuenta que hace mucho tiempo vivía en el mar, hacia la parte del Este de la península, una serpiente que se llamaba Maija Awi, Serpiente de Agua, magnífica sierpe poseedora de todos los conocimientos del mundo. Dentro de ella se encontraban los bailes, los cantos, la música, la cestería, la cerámica, y todo lo que hace falta para la supervivencia de un pueblo; es decir su cultura y su cosmovisión. Los indígenas que habitaban en Wikami, un importante poblado, la esperaban con ansía para que les diera su sabiduría y conocimientos.

Maija Awui dios Serpiente del Agua

Cuando Maija Awi llegó, la obsequiaron con comida y bebida para les enseñase a bailar y cantar. Sin embargo, los kumiai le dieron tanta comida que la Serpiente del Agua engordó de manera extraordinaria. Las personas de la comunidad al verla tan insaciable en sus apetitos, tuvieron miedo de que se las comiera, y procedieron a quemarla. Cuando se estaba quemando Maija Awi estalló y todos los conocimientos que llevaba dentro se esparcieron por todos los pueblos que formaban la comunidad kumiai, mismos que se beneficiaron con todo ese acervo cultural. Desde entonces, la Serpiente de Agua fue venerada y adorada como correspondía a tan gran dios y a tan grande dádiva, y se transformó en el símbolo por excelenia de la cultura kumiai.

Sonia Iglesias y Cabrera

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Baja California Mitos Mexicanos

Coyote crea el mundo. Mito kiliwa.

En un principio no existía nada. No había Tierra ni Cielo ni nada, todo eran sombras y oscuridad. De la oscuridad surgió Coyote-Gente-Luna, dios de la sabiduría, la magia y la muerte. Divinidad lunar masculina estrechamente ligada a Topo, luminosa y amarilla como la región de donde proviene, el sur. Llegó con un gran bastón sagrado. Durante mucho tiempo aulló en la oscuridad sin que nadie lo oyera afirmar que venía de donde todo era redondo y cóncavo, como su misma casa,  que su luminosidad provenía de los pedernales que llevaba atados a las rodillas y que al caminar producían múltiples y maravillosas chispas. Lo que dijo no fue oído por nadie, porque nada existía y todo era silencio y oscuridad. Nadie oyó a la deidad del sur. Con nadie pudo compartir su luminosidad. Sintiéndose muy solo, cantó:

-¡Qué triste está aquí el Coyote!/¡El Coyote, la luz y la negrura!/ ¡La oscuridad sobrecoge!¡Aulla el Coyote-Gente-Luna!

Fue entonces cuando se soñó como el padre del mundo de los kiliwas y de todas las cosas. Tan solitario estaba que temió enfermar, así que tomó la decisión de crear al mundo. Del sitio donde se encontraba el Ombligo del Sur, tomó un buche de agua salada y escupió, todo el sur se volvió amarillo. Tomó otro buche de agua y lo escupió hacia el norte que se volvió rojo. Como le gustó tanto lo que hacía, tomó un gran buche y lo escupió hacia el oeste, como el trago fue demasiado grande la región se inundó y se formó un profundo y picado mar; la región se tiñó de negro. Tomó un pequeño buche de agua fresca del Ombligo del Sur y lo arrojó hacia el este, donde se creó un chiquito y blanco mar. Coyote-Gente-Luna había creado los cuatro rumbos del universo.

Coyote quiso poner un nombre a cada región, pero no pudo porque el mundo no tenía fondo. Por lo cual pensó que era necesario cubrir al Centro-Ombligo-de-Arriba y al Centro-Ombligo-de-Abajo. Se quitó la piel del cuerpo y la extendió sobre el Ombligo de Abajo y la Tierra ya no estuvo desfondada. Como quedó sin piel, Coyote tuvo frío; tomó los seis colores del universo inventados por él, más el color negro y se vistió con ellos. Su costado derecho se pintó de rojo y blanco, el izquierdo de amarillo y negro. La parte superior de su cuerpo se coloreó con franjas azules, la parte inferior ostentaba franjas color café. Al lado izquierdo de la cara le tiñó de verde; al derecho, de rojo y blanco. Finalmente, en su cráneo aplicó una capa de capa de ceniza.

Escupió hacia los aires para teñir de azul la oscuridad del Cielo y pisoteó la Tierra para que se endureciera, la cual cobró el color del amate. A la Tierra la llamó Ipá Mat, Tierra para la Gente Divina. Así, pudo poner nombre a cada rumbo y designarle un color. Al Ombligo de arriba le puso el nombre de Milsu, “color café”. Contento con su creación sacó hojas de tabaco de su pecho, las molió y se puso a fumar en su pipa sagrada. Se quedó dormido y el humo que salía de su pipa formó las veredas, los senderos y los caminos de la Tierra y el Cielo. Cuando Coyote se despertó y vio lo hermoso de su obra, cantó de felicidad; sin embargo se dio cuenta de que aún estaba muy solo: se arrancó el escroto, lo infló con aire de sus pulmones hasta que pudo meterse en él, y obtuvo su j’anal tai, su primer sonaja.

Poco después decidió crear el Cielo, Meltí Iipá Jalá,  cóncavo como su antigua casa amarilla para impedir que se saliesen el agua, el color, la luz y el aire. A las dos montañas hechas de tierra sagrada las llamó We y Ko-Masi, Cerro del Hombre, y Wey Ke-Masi, Cerro de los Chamanes. De sus pantorrillas formó cuatro borregos cimarrones que colocó en cuatro montañas a fin de que sostuvieran el Cielo con sus cuernos. Cada montaña estaba asociada con un color y un rumbo espacial. Como los conejos estaban solos en sus esquinas, Coyote quiso darles compañía. Fue a la casa de su abuela que era artesana y trabajaba el barro, construyó cuatro hornos y modeló un venado, un pez, una codorniz y un gato y los metió en sendos hornos. Cuando estuvieron cosidos, los llevó a las montañas, pero los animales no se llevaban bien, y Coyote decidió quedárselos y crear otros que hicieran compañía a los borregos.

Trajo barro del sur que le preparó la abuela, y en un horno gigantesco metió muchas figuras de animales: arañas, moscos, zorrillos, todo lo que se le ocurrió, y ya cocidos los llevó a las montañas. Pero sucedió lo mismo, los animalitos no congeniaron. Descorazonado, Coyote decidió crear al hombre. Hizo un nuevo horno y fue por arcilla al Valle de San Matías, la amasó con semen, y forjó cuatro figuras tan grandes que no cupieron en el horno, razón por la cual Coyote abrió un enorme hueco en la montaña, metió las figuras y procedió a incendiarla. Pasadas trece lunas, los hombres salieron y Coyote les ordenó que se fuesen a las montañas para hacerles compañía a los borregos. A cada uno de los hombres el dios le dio un nombre y una pluma roja.

El primero recibió el nombre de Sacerdote-Chamán; el segundo Cuervo-Chamán, el tercero Soldado-Chamán, y el cuarto se llamó Chamán-Gente-Común. Desgraciadamente, los hombres tampoco congeniaron con los borregos. Enojado, Coyote los regañó. Los hombres, molestos, decidieron casarse con sus primos Venado, Codorniz, Pez y Gato, para enfadar más al dios. Furioso, Coyote les preguntó a los hombres la razón de tal acción, ante su silencio Topo le dijo que se había olvidado de dar el habla a los hombres.

Se remedió tal olvido cuando Coyote enseñó la lengua kiliwa a los cuatro chamanes. Los hombres le explicaron al dios que ya habían formado una familia con sus primos. De Sacerdote-Chamán y Venado nacieron el topo, el caballo, la liebre, y el oso; de Cuervo-Chamán y Pez, surgieron la estrella de mar, el caballo de mar, y la serpiente; de Soldado-Chamán y Codorniz, el correcaminos, el águila, el cuervo y el pájaro; y de Chamán-Gente-Común y Gato, nacieron el león, el oso, la cigarra y la zorra. De estos padres hombre-animales nacieron todos los indios kiliwas.

Sonia Iglesias y Cabrera

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Leyenda urbana de la Rumorosa Version 2

Baja California. Leyenda urbana de Mexico donde un señor se aparece a los traileros, en la carretera la rumorosa, para pedirles un favor.

El Trailero Fantasma

Hace mucho tiempo, sobre la carretera de la Rumorosa, un trailero manejaba a toda velocidad rumbo a Mexicali, pues su esposa estaba a punto de dar a luz y quería llegar rápido a su casa, llevaba dinero para lo que se ofreciera, mas cuando iba a tomar una peligrosa curva perdió el control y se estrelló contra unas rocas.

El chofer se bajó del trailer todo aturdido, se miró el cuerpo y se alegró al darse cuenta que no le había pasado nada. Entonces esperó a que pasara alguien para que le ayudara o lo llevara a la ciudad, pero durante mucho tiempo nadie cruzó aquellos cerros. El hombre se quedó dormido y cuando despertó se sorprendió al ver todo oscuro; no entendía qué pasaba así que decidió caminar, caminó y caminó, avanzó una buena distancia, sabía que la salida de la rumorosa estaba cerca y sin embargo, cuando se dio cuenta se encontró en el mismo lugar del accidente…

A los tres días hallaron el camión pero no al conductor; de él no se supo nada. Hasta que en una ocasión, años más tarde, un muchacho que manejaba un trailer se detuvo porque un hombre le hizo señas.

—Amigo, me llamo Francisco Vázquez y necesito con urgencia que mi mujer reciba un dinero porque va a tener un niño. yo no puedo ir, mi trailer se descompuso y no lo puedo dejar aquí.

—sí, señor, con gusto se lo llevaré —contestó el muchacho— sólo dígame dónde vive su señora.

El hombre le entregó un papel en el que anotó la dirección y el nombre de su esposa. Al despedirse, el joven sintió que un escalofrío le recorría la espalda, pues al darle la mano, el señor estaban tan frío como un muerto. El muchacho no le dio importancia, subió a su trailer y se encaminó a Mexicali.

Al día siguiente, fue a buscar a la señora pero no la encontró; alguien le dijo que ya no vivía ahí, que hacía tiempo se había cambiado. sin darse por vencido, preguntó en varios lugares hasta que, por las señas del papel, una anciana le indicó dónde vivía. al llegar dio unos golpes en la puerta y esperó a que le abrieran.

—¿dígame joven? —le preguntó la señora.

—perdone, ¿aquí vive la esposa del señor francisco vázquez?

—soy yo —contestó ella— ¿qué se le ofrece?

—ayer en la carretera, su esposo me pidió que le trajera este dinero, porque se le descompuso el trailer…

—¡no puede ser! —lo interrumpió la señora tapándose la boca—. Mi marido murió hace cinco años.

Al muchacho le temblaron las piernas, le dejó el dinero a la señora, que se puso a llorar, y se fue para su casa todo asustado. Cuando llegó, apenas había cerrado la puerta cuando descubrió frente a él al trailero de la carretera y brincó espantado; sentía que una fuerza extraña lo invadía.

—¡gracias, amigo! —le dijo el muerto con voz cavernosa, mientras desaparecía.

El joven podía escuchar los latidos de su corazón y tardó un buen rato en recuperarse de la impresión. tiempo después, al platicar con unos amigos, se enteró de que el trailero ya se les había aparecido a otros hombres, mismos que no habían cumplido el encargo del muerto, por eso se les fue secando el cuerpo hasta quedar como esqueletos.

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Leyenda urbana de la Rumorosa

Baja California. Leyenda urbana de Mexico donde una señora de blanco se aparece a los traileros a pedirles raite.

La Rumorosa Es una Carretera que hay que tomar a fuerzas para llegar entre las principales dos ciudades de baja california; la mas grande de este estado (Tijuana) y la capital del estado (Mexicali).

Es una zona donde hay muchos traileros que deben llevar cosas y transportar mercancias y de mas de una ciudad ala otra en los trailers…

Entonces muchos de ellos deben manejar de noche y de madrugada pero cuando se trata de pasar por la rumorosa de noche se cuenta que una señora vestida de blanco a lo lejos pide raite….

Ella causa accidentes de autos y muertes en esto.
Despues de que la suben el traile se va al mismo carajo entre vueltas de carretera.

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El diablo

“Se dice que aquí en nuestro Mexicali, el diablo hizo acto de presencia en una conocida discoteca por el año de 1960, causando el pánico entre todos los presentes, siendo algo que hasta en los medios se difundió, ocasionando que los jóvenes de esa época, la pensaran dos veces antes de ir a bailar ….”

Allá por los años 60’s por la calle 11, empezaron a propagarse los centros nocturnos, en donde había música, bebidas embriagantes de diversos tipos y en grandes cantidades; en donde la clientela de jóvenes de parranda aumentaba en consideración. Los chicos invitaban a las muchachas o a sus novias a esos lugares para bailar toda la noche, emborracharse y divertirse en grande.

Los más conocidos centros nocturnos de ese tiempo fueron La Ronda, el Waikiki y Los Cocos. Muchos de nuestros padres, cuando jóvenes, eran a los lugares a los que acostumbraban ir.

Una noche, resulta que en Los Cocos, mientras todos estaban pasándola bien, entró un muchacho, desesperado casi sofocado gritando:

-¡En La Ronda se apareció el diablo!-.

Naturalmente, nadie le creía (se pensaba que el tipo había tomado de más); pero al ver que de La Ronda salían histéricas las personas, se causó un gran alboroto. Algunos se fueron rápidamente a sus casas, otros curiosos fueron a La Ronda a ver y oír de otras personas el suceso.

Lo que las personas que presenciaron, según dijeron, fue que una persona muy elegante y bien parecido, sacó a una muchacha a bailar, ella aceptó y duraron bailando muchas horas, y cuando dieron las 12 de la noche, esa persona comenzó a transformarse, saliéndole cuernos , cambiando su tono de piel y a oler a azufre, despidiendo humo; algunos dicen que se desató un gran torbellino ahí adentro saliendo y dejando a la muchacha desmayada, otros dicen que se la llevó.

Cuando sucedía todo esto, la histeria se dejó venir, toda la gente estaba aterrada huyendo de La Ronda, el lugar se quedó solo cuando todo eso pasó, pues todos entraron en pánico. El rumor se hizo general entre la población mexicalense, ocasionando que disminuyera demasiado el auge que tenían esos centros nocturnos, por la supuesta aparición del diablo…….

*Esta leyenda me la ha contado mucha gente que solía ir a esos lugares por los años 60’s, decidí investigar e informarme más al respecto, descubriendo algo muy interesante. Resulta que a esos lugares, siempre iba un muchacho que le gustaba tomar y bailar, era muy conocido y todos le decían “El diablo”. Esa noche en donde presuntamente el diablo se apareció, lo que en realidad pasó fue que hubo un gran pleito entre varias personas y ese muchacho “El diablo” fue quien encabezó todo el pleito, y todos dijeron que “el diablo” estaba en la ronda y causó un gran escándalo, lo malo es que lo que los demás entendieron, o quisieron entender… fue otra cosa…..

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La Laguna Hanson

En el siglo pasado, un noruego llamado Jacob Hanson llegó a Baja California prácticamente como un ermitaño, y adquirió una propiedad en la zona central de la Sierra de Juárez, donde estableció un rancho con el objeto de criar ganado de calidad.

Cuenta la leyenda que la actividad ganadera del noruego generó una verdadera fortuna, la cual enterró en un lugar secreto dentro de su propiedad, por no existir entonces bancos donde depositar el dinero en los alrededores. Un día, aprovechando la soledad en que vivía Hanson, unos forajidos lo asaltaron y lo asesinaron, pero ni ellos ni los muchos exploradores que llegaron al lugar pudieron hallar el tesoro que celosamente escondió el noruego.

Sin embargo, Hanson dejó para la posteridad otro tesoro que protegió en vida y que persiste hasta nuestros días: una vasta laguna dentro de lo que fuera su propiedad, rodeada de pinares y única en Baja California por su singular belleza.