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La princesa Zazil Ha se casa con un español

La ciudad de Chetumal es la capital del estado de Quintana Roo, situado en el sureste mexicano. La palabra “Chetumal deriva del vocablo maya ch’aal temal que significa “donde crecen los árboles rojos”; o bien, para algunos estudiosos de la lengua maya proviene de chaac, lluvia, te, ahí, y emal “bajar, lo que vendría a ser “allí donde bajan las lluvias”. La ciudad fue fundada por los itzáes quienes formaron el cacicazgo de Chactemal, y después fue dominada por los putunes.

El último señor que gobernó esta ciudad se llamó Nachán Can o Nacán Ka’an. Tuvo una hija a la que llamó Zazil Ha. Nachán Can recibió en su cacicazgo (kuckabal) a un español que había naufragado y que se llamaba Gonzalo Guerrero. Al llegar a Chetumal se convirtió en esclavo junto con su compañero de naufragio Jerónimo de Aguilar. Gonzalo se adaptó muy bien a la cultura y a las costumbres de los mayas, se convirtió en guerrero y llegó a ser nacom; es decir, capitán de guerreros. Asimismo, se labró la cara y se perforó los lóbulos de las orejas. Se había convertido en un verdadero indio maya.

Zazil Ha y Gonzalo Guerrero

Gonzalo se asimiló tanto a la nueva sociedad indígena en la que el destino lo colocó, que incluso se casó con la hija del Señor de Chetumal, Zazil Ha, cuando ésta solamente contaba con catorce años de edad. A esta bella princesa también le llamaban Ix Chel Ka’an. A poco tiempo de vivir en matrimonio tuvieron tres hijos (dos varones y una hembra), los primeros mestizos que México conoció, quienes presentaban la deformación craneal común en aquellos tiempos, signo de belleza y rango.

Cuenta la leyenda que una de las hijas de Zazil Ha, la primogénita fue sacrificada a Kukulkán, -Serpiente de Plumas y dios máximo de los mayas- en Chichen Itzá, para que la deidad se condoliera y acabase con una plaga de langostas que asolaba la región.

Cuando Hernán Cortés, enterado de que en la ciudad de Chetumal vivían dos españoles que habían llegado como náufragos, quiso rescatarlos y volverlos a su cultura original, pero Gonzalo Guerrero se negó rotundamente, y Zazil Ha, muy enojada, le respondió a fray Jerónimo de Aguilar el encargado por Cortés de convencerlo que regresase con su gente: -¡Mirad con lo que viene este esclavo a llamar a mi marido, que se vaya en mala hora y se ocupe de sus asuntos!  Y así continuaron viviendo juntos la princesa maya y el español náufrago que se convirtió en indio maya, hasta que ambos murieron.

Sonia Iglesias y Cabrera

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Leyendas Cortas Quintana Roo

El hombre que le pegó a su madre

Esta leyenda sucedió en la Ciudad de Chetumal, en Quintana Roo, hace ya bastante tiempo. En una casa situada en la Avenida Pedro Joaquín, vivía un señor junto a su madre y un hermano menor. El hombre era muy rico, se dedicaba a comerciar con carbón, y tenía una bella casa con muchas comodidades. Un día conoció a una mujer que le impresionó por ser muy hermosa: morena, de pelo largo, negro y lacio, y con unos ojos color de malaquita. Desde que la vio por primera vez, el hombre cayó prendado para siempre, y empezó a cortejarla asiduamente.

En una ocasión en que se alistaba para ir a verla, le pidió a su madre que le llevase la mejor camisa de seda que tenía. La madre le contestó que desgraciadamente la camisa no había sido lavada todavía, y que se encontraba entre la ropa sucia. El hombre que era muy enojón, montó en cólera, gritó, blasfemó, y cegado por el coraje le dio un terrible golpe a su madre con el puño cerrado. La pobre mujer cayó al suelo, y entre lágrimas de dolor y desilusión, volteó a ver a su hijo y le dijo: -¡Vas a seguir vendiendo carbón, pero todo el dinero que ganes se te va a ir como agua! Lo había maldecido…

Tiempo después, una tarde llegó el hombre a su casa con carbones encendidos, uno de ellos se cayó al suelo, nadie se percató, y se produjo un terrible incendio que acabó con la casa, otra que estaba junto y que alquilaba, a más del dinero que guardaba en el ropero. En el incendio murieron la madre del mal hijo, y su hermano.

El hombre que golpeó a su mamá

Camina sin fin, sin rumbo fijo, como si quisiera expiar sus pecados. A veces, las personas compadecidas de su tragedia, le regalan algo de comer y beber, que el hombre acepta para no morir de inanición. Reconoce la terrible falta que cometió y quiere pagar por ello.

Y así seguirá por siempre, hasta que Dios le perdone, pueda morir y acceder al Purgatorio, para seguir pagando por su terrible culpa.

Sonia Iglesias y Cabrera

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Leyendas Cortas Quintana Roo

Kisín, el hediondo, y los siete deseos

Cuenta una leyenda de Quintana Roo que hace mucho tiempo vivió un hombre que era muy bueno, pero que estaba muy triste porque no tenía dinero, razón por la cual estaba desesperado, pues todo le salía mal, y no encontraba cómo recuperarse del angustioso momento que estaba pasando.

Como tenía tantas dificultades pensó que la solución al terrible mal momento era vender su alma a Kisin, un ente del más allá que puede cambiar su apariencia como se le antoje, pero como más le gusta es aparecerse en forma de serpiente y entra al Inframundo, del cual es el amo, a través de los hormigueros.

El hombre invocó a Kisín, el cual se presentó inmediatamente, y ambos entablaron un pacto: el hombre entregaría el alma a este dios a cambio de que le cumpliera siete deseos a lo largo de la semana.

El dios maya del Inframundo

Cuando llegó el séptimo día, Kisin acudió a ver al hombre, sabedor de que había obtenido un alma más. Entonces, el hombre le dijo que quería que Kisín lavara unos frijoles negros hasta que quedasen blancos. Kisin aceptó. Se puso a lavar, pero pasaban las horas y los frijoles estaban del mismo color: negros como carbones.

Enojado y desesperado de tanto lavar y lavar, Kisín se dio cuenta que el hombre lo había engañado y decretó que a partir de ese día los frijoles había de ser blancos, rojos, amarillos y negros por naturaleza. Kisín, muy molesto, se convirtió en serpiente y se alejó del hombre, pues no había podido llevarse su alma al terrible Inframundo y además había sido burlado.

Sonia Iglesias y Cabrera

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Leyendas Cortas Leyendas infantiles Quintana Roo

Juan del Monte y Fernando

Juan del Monte es un personaje que vive en la selva de Quintana Roo. Cuando alguna persona tiene la mala idea de meterse en la selva, Juan imita la voz de algún familiar o amigo de esa persona, y la llama hasta conducirla por senderos oscuros que ocasionan que la persona se pierda y ya nunca pueda salir. Por eso todos le temen a Juan del Monte.

En cierta ocasión, Fernando, un niñito maya de seis años, tuvo una mala experiencia. Su madre que era una hermosa mujer, le pidió a Fernando que le llevase a su padre que estaba trabajando en los potreros de la selva, su ración de pozol. (1)

Fernando sonríe feliz porque salvó su vida

El muchachito emprendió la tarea ordenada y tomó por un sendero que había de conducirlo hasta donde se encontraba su papá. Cuando había recorrido un cierto tramo del camino, Fernando escuchó la voz de su padre que le decía: -¡Por aquí estoy, querido hijo, acércate a mí! El chico escuchó también el sonido de los cascos del caballo que montaba su progenitor, y no dudó en seguir la voz que con tanta insistencia repetía que lo siguiera. El niño iba tras él muy confiado, sin pensar por un segundo que se trataba de Juan del Monte.

Cuando el padre vio que no llegaba Fernando con el esperado pozol y ya era muy tarde, acudió en seguida a su casa.

Alllegar encontró a su esposa también my preocupada pues el niño no había regresado. Entonces, el padre pidió ayuda a las personas de su comunidad y todos se adentraron en la selva tratando de encontrar al niño.

Después de mucho buscar, encontraron a Fernando sentado en una piedra y llorando desconsoladamente. Juan del Monte no se lo había llevado porque Fernando era un niño muy inteligente y consiguió escaparse. Su madre lo abrazó y lo llevó a la casa, donde le sirvió un delicioso chocolate espumoso acompañado de galletas de canela.

Así se salvó Fernando de que Juan del Monte se lo llevara para siempre.

  • Bebida de maíz y agua endulzada típica de Quintana Roo

Sonia Iglesias y Cabrera

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Diosa Luna. Xcaret

Es el mito de la Diosa Luna pero que tomaron en el pueblo de Xcaret antes de que su nombre se perdiera tras la sombra del parque turistico.

En ese pueblo aun se adora a la diosa Ixchel en cada fuego nuevo o dia de muertos porque renace del fuego al igual que todos los que han muerto.

“La Diosa Luna”

En el inicio cuando los dioses eran mortales, existía una bella princesa llamada Ixchel.

Había muchos hombres que la pretendían entre ellos un joven llamado Itzamná.

Un día llego un príncipe de otro imperio, para rendir tributo por la victoria en batalla de la gente de Ixchel y en cuando la conoció se enamoro de ella.

La gente del pueblo le dijo que Itzamná la pretendía y que al parecer ella empezaba a caer ante el entonces desde que el conoció a Itzamná reñían por el amor de Ixchel.

Su hermana mayor; Ixtab, decidió que pelearían hasta que uno de los dos muriera, el sobreviviente quedaría con Ixchel, pero Ixtab desconocía que Ixchel estaba enamorada de Itzamná.

Itzamná iba a vencer pero su oponente le hirió por la espalda con juegos sucios y murió. Ixchel al ver morir a su amado corrió del lugar y encomendando su alma a Ixtab, se quito la vida.

Ixtab maldijo a aquel que con juegos sucios mato a Itzamná, y nadie sube lo que sucedió con el, ella a quien su hermana encomendó su alma al morir, paso a ser la Diosa del Suicidio.

Las almas de las doncellas de la princesa guiaron a los enamorados al cielo y así Itzamná pasó a ser el Dios Sol, e Ixchel, pasó a ser su esposa y la Diosa Luna.

En agradecimiento y como una prueba de su amor por Ixchel, Itzamná dividió en día y noche y a la noche le dio brillo con las almas de esas doncellas que son las estrellas más brillantes.

Se dice que en cada Fuego Nuevo la diosa Ixchel renace del fuego y permite a las doncellas enamorarse y dar como fruto de ese amor un hijo, es por eso que también es considerada diosa del parto y la fertilidad.

La gente del desaparecido pueblo Xcaret cree que cuando un alma de noble corazón muere se convierte en una estrella, por eso en cada fuego nuevo, le ofrecen una ofrenda para que la diosa perdone lo que hubieran hecho para enojarla y aspirar a convertirse en una de las estrellas que iluminan su camino.

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La Diosa Luna

Quintana Roo

'' Entre los habitantes de Quintana Roo existen varios mitos y leyendas que no han sido contadas del todo. Un ejemplo claro es la leyenda de '''La Diosa Luna''' la cual dice:

En el inicio cuando los dioses aun eran mortales y adoraban a nada, existia una bella joven,la cual se llamaba Ixchel.

Habia muchos hombres que la pretendian entre ellos un joven llamado Itzamná y otro cuyo nombre se desconose,que constantemente reñian por el amor de esta. Su hermana Ixtab decidio que pelearian hasta que uno de los dos muriera, el sobreviviente quedaria con Ixchel.

Pero Ixtab desconocia que estaba enamorada de Itzamná, y ella ya nada podia hacer. Itzamná iba a vencer a su contrincante pero en el menor descuido su oponente le hirio por la espalda y murio.
Ixchel al ver morir a su amado corrio del lugar y encomendando su alma a Ixtab se quito la vida.

Ixtab maldijo a aquel que con trucos sucios mato a Itzamná, y su nombre jamas se conocio y nadie supo lo que sucedio con el.

Itzamná paso a ser el Dios Sol, y que Ixchel, su eterna enamorada, paso a ser su esposa y la Diosa Luna. Ixtab como fue a quien su hermana encomendo su alma al morir, paso a ser la Diosa del Suicidio.

Se dice que en cada Fuego Nuevo la diosa Ixchel renace del fuego y permite a las doncellas enamorarse y dar como fruto de ese amor un hijo, es por eso que tambien es conciderada diosa del parto y la fertilidad.''