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Leyendas Urbanas del Mundo

Las puertas del cementerio

Leyendas Urbanas de Terror 

 

UN GRUPO DE AMIGAS DECIDEN SALTAR LA VERJA DE UN CEMENTERIO PARA TENER UNA SESIÓN DE OUIJA CON LOS ESPÍRITUS DE LAS PERSONAS ALLÍ ENTERRADAS

 

"Soy una chica de Cartagena, me llamo Desireé y voy contar esta historia que me paso a mi y a mis amigas una noche de Carnaval.

Antes de ir con la historia quisiera decir que soy una chica a la que le encantan todo lo que tenga que ver con el miedo,los espiritus,las cosas paranormales.A mi ya me ha ocurrido varias cosas, la gente me dice que es un don que tengo porque puedo ver los espiritus y sentir buenas o malas vibraciones.

El caso es que estábamos yo, mi amiga Laura, Vanessa, Yolanda y Patricia. Era Carnaval y en el pueblo donde veraneo hay mucha marcha, además la gente se queda a vivir todo el año.

Pues bien,ya teniamos planeado que esa noche queriamos hacer algo interesante, y pensamos en hacer la tabla de ouija. Al principio todas ibamos muy decididas pero conforme llegaba la hora más temiamos ese momento. El caso es que a las 21:00 horas salimos del pueblo con las bicis y nos fuimos a un cementerio muy, muy lejano del pueblo que está justo detras de una montaña escalofriante. Cuando llegamos aún no era la hora así que comenzamos a explorar el cementerio.

Cogimos las linternas y exploramos las tumbas. En aquel cementerio las tumbas tienen el nombre, la edad y la razon de porque se ha muerto cada persona. Estuvimos leyendo algunas y habian muchas interesantes como casos de asesinatos, suicidios…

El caso es que yo tropece con algo que estaba en el suelo. Empecé a cavar y pude ver que era una tumba enterrada
y comencé a leer enfocando con la linterna. Aquella tumba era la de un hombre que se llamaba Lucifarto, que tenia 35 años
y en la tumba ponia que la causa de la muerte es que era que se suicidó por que los espíritus se lo mandaron. Lo más sorprendente es que abajo del texto estaba el numero 666. Estaba todo oscuro, estabámos muy asustadas pero aún así quisimos seguir con el reto. Nos pusimos al lado de aquella tumba sacamos la tabla…

Invocamos a Lucifarto y nos dijo que nos fueramos y que lo dejaramos en paz. Nosotras no le hicimos caso y seguimos insistiendo, entonces fue cuando nos amenazó de muerte, rompió el vaso, la tabla salio volando… Nosotras bastante asustadas cogimos las bicicletas y nos fuimos, pero vimos que la puerta estaba ¡¡cerrada!!

¿Quién la podria haber cerrado si en ese cementerio los sábados
no hay guardia? El caso es que estabamos aterradas y atrapadas, entonces decidimos saltar. Pero tambien se nos presentaron más obstáculos, pues a mi amiga Yolanda no la dejaba salir. Estábamos ya todas fuera menos ella. No podia salir así que nos fuimos todas a buscar a mi madre y a gente que nos ayudara y a la pobre Yolanda la dejamos sola. Fue un trauma para ella y para todas.

El caso es que cuando abrimos entre todos la puerta tampoco podía salir: Entrábamos y saliamos todos, pero ella no podía. Todos estábamos bastante nerviosos hasta que mi madre cogió a mi amiga en brazos y la consiguió sacar de aquella terrible pesadilla.

Esta historia salió en el periodico del pueblo, junto a nuestra foto. Desde entonces ni se nos ha ocurrido hacer la ouija ni nos hemos atrevido a acercarnos por aquel cementerio.Cada vez que recordamos esta historia nos entra auténtico terror."

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Otras Tradiciones

El mal de ojo

Es costumbre extendida y mito, entre la población rural, el considerar que en numerosas ocasiones en que el niño enferma es provocado porque le “han hecho mal de ojo”.

Esto significa que el niño no tiene ninguna enfermedad orgánica, sino que sus problemas (llanto, pérdida de apetito, vomitos, decaimiento, etc), se deben exclusivamente a que alguna persona ha ejercido sobre este pequeño personaje su influencia mágica y maligna, de tal modo que el bebé o chico mayor comienza a alterarse y presentar una sintomatología rara, que en algunas ocasiones y según creencia, puede llegar hasta ocasionarle la muerte.

Hay remedio para acabar con la influencia de este maléfico poder, y por ello se ponen manos a la obra, aquellas mujeres que saben “cortar el mal de ojo”, porque tienen “gracia” (han nacido en Viernes Santo) o porque lo han aprendido de los mayores, los cuáles le transmiten los textos que hay que rezar y los mecanismos a hacer para dejar al niño libre de esos influjos.

 

Para evitar estos problemas se le colocan a los niños, prendidos a la ropa, o en el cochecito o cuna, un lazo rojo o bien una cruz de Caravaca o diversos tipos de escapularios

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Ciudad de México

El fantasma de la Basílica de Guadalupe

Algunas personas que visitan la moderna Basílica de Guadalupe en las noches o mendigos que duermen en sus escalinatas cuentan haber visto a una mujer saliendo de la antigua Basílica de Guadalupe, portando una vela que sigue encendida a pesar de la lluvia o del viento, y caminando hasta la moderna Basílica donde entra atravesando las paredes.

 

Algunos por curiosidad han entrado a la Basílica y la han visto dejar la vela en ofrenda, rezar y después desaparecer. Se rumora que es un alma en pena que cumple una manda que no cumplió.

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Ciudad de México Leyendas Cortas

El fantasma de la Basílica de Guadalupe

La antigua Basílica de Guadalupe.

Algunas personas que visitan por la noche la moderna Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México,  o algunos mendigos que duermen en sus escalinatas relatan haber visto a una mujer que sale de la antigua Basílica. Porta en la mano derecha una vela que nunca se apaga,  a pesar de la lluvia o del viento. La mujer camina hasta la moderna Basílica, donde se introduce atravesando las paredes.

Algunos  curiosos han entrado a la nueva Basílica y la han visto dejar la vela en el altar como ofrenda. En seguida, la mujer se pone a rezar, y después desaparece. Se afirma que se trata de  un alma en pena que cumple una manda que no cumplió la mujer cuando vivía.

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Leyendas Cortas

El Jinete sin Cabeza

Se dice que en un pueblo muy aislado de toda civilización se contaba la historia de un jinete que acostumbraba a hacer su recorrido por las noches en un caballo muy hermoso, la gente muy extrañada se preguntaba ¿que hombre tan raro por que hace eso?, ya que no era muy usual que alguien saliera y menos por las noches, a hacer esos recorridos.

En una noche muy oscura y con fuertes relámpagos desapareció del lugar, sin dar señas de su desaparición. Pasaron los años y la gente ya se había olvidado de esa persona, y fue en una noche igual a la que desaparecio, que se escuchó nuevamente la cabalgata de aquel caballo. Por la curiosidad muchas personas se asomaron, y vieron un jinete cabalgar por las calles, fue cuando un relámpago cayó e iluminó al jinete y lo que vieron fue que ese jinete no tenia cabeza. La gente horrorizada se metió a sus casas y no se explicaban lo que habían visto…

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Leyendas Mexicanas Época Colonial

El Jinete sin Cabeza

Se dice que en un pueblo muy aislado de toda civilización se contaba la historia de un jinete que acostumbraba a hacer su recorrido por las noches en un caballo muy hermoso, la gente muy extrañada se preguntaba ¿que hombre tan raro por que hace eso?, ya que no era muy usual que alguien saliera y menos por las noches, a hacer esos recorridos.

En una noche muy oscura y con fuertes relámpagos desapareció del lugar, sin dar señas de su desaparición. Pasaron los años y la gente ya se había olvidado de esa persona, y fue en una noche igual a la que desaparecio, que se escuchó nuevamente la cabalgata de aquel caballo. Por la curiosidad muchas personas se asomaron, y vieron un jinete cabalgar por las calles, fue cuando un relámpago cayó e iluminó al jinete y lo que vieron fue que ese jinete no tenia cabeza. La gente horrorizada se metió a sus casas y no se explicaban lo que habían visto…

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Mitos Cortos

La mujer lactante

La mujer lactante y las serpientes

Dicen que cuando una mujer está amamantando al pecho a un lactante, las serpientes o culebras, reptiles habituales en las rastrojeras y masas arbóreas de estas tierras, pueden llegar a succionar el pezón del seno de la madre, porque les atrae.

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Mitos infantiles Tradiciones

La mujer lactante

La mujer lactante y las serpientes

Dicen que cuando una mujer está amamantando al pecho a un lactante, las serpientes o culebras, reptiles habituales en las rastrojeras y masas arbóreas de estas tierras, pueden llegar a succionar el pezón del seno de la madre, porque les atrae.

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Otras

El mito mataco de la creacion

 LA LEYENDA DE LA RISA DEL HORNERO Y EL ORIGEN DEL FUEGO

Aunque el hornero era muy trabajador, le gustaba mucho reírse. Construía su casa, vivía allí un tiempo y luego la vendía.

 

Los otros animales hacían fiestas y no invitaban al hornero porque creían que se iba a reír de ellos. Estos animales eran la tortuga, el quirquincho, el pichi, el suri o ñandú, la chuña, el conejo, el coy y la abuelita araña. Todos iban a comer a lo del Itoj Pajla,

 

el Hombre de Fuego.

 

Un día el hornero los alcanzó. Pero la avispa le pidío que por favor no se fuera a reír porque el

 

  Hombre de Fuego se enojaría.

 

 El Itoj Pajla estaba sentado y cada uno de los animales le pasaba su olla. Él las ponía de a una sobre sus rodillas y de este modo el agua de la olla no tardaba en hervir.

 

El hornero estaba alrededor del Hombre de Fuego junto con los otros animales. El suri abrió sus alas y el Hornero, temeroso de que riera, aunque el hornero le había asegurado que no lo haría.

 

Había un gran silencio en el lugar. El hornero vio que el Hombre de Fuego tenía todo el cuerpo cubierto de fuego. Cuando vio los testículos con fuego, no pudo contener la risa.

-¿Quién se ríe de mí? -quiso saber el Itoj Pajla.

 

lo-Ahora se va a quemar todo el mundo.

 

Y comenzó a largar fuego mientras todos huían. El fuego se extendió por todas partes, persiguiendo a los animales. La tortuga alcanzó a meterse en el agua y el fuego le pasó por encima. Los demás corrían hacia el mar. El suri y la chuña fueron los primeros en llegar. Parecía que el fuego ya alcanzaba a los otros, pero también llegaron a tiempo y pasaron al otro lado del mar.

 

El hornero tenía la culpa de eso, pero hasta hoy sigue riéndose.

 

La tortuga se quedó en el agua, convirtiéndose en tortuga de agua.

 

Antes la gente no tenía fuego.

Sólo Itoj Pajla lo tenía. Pero luego del incendio el fuego quedó en los árboles. Si el hornero no se hubiera reído no tendríamos fuego.

 

Fuente: El ciclo de Tokjuaj y otros mitos de los wichis (compilación, prólogo y notas de Buenaventura Terán), Biblioteca de Cultura Popular, Ediciones del sol, pp-33-34. La fuerte oral de la historia es el wichi Carlos Ortiz.

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Mitos Cortos

El mal de ojo

Es costumbre extendida y mito, entre la población rural, el considerar que en numerosas ocasiones en que el niño enferma es provocado porque le “han hecho mal de ojo”.

Esto significa que el niño no tiene ninguna enfermedad orgánica, sino que sus problemas (llanto, pérdida de apetito, vomitos, decaimiento, etc), se deben exclusivamente a que alguna persona ha ejercido sobre este pequeño personaje su influencia mágica y maligna, de tal modo que el bebé o chico mayor comienza a alterarse y presentar una sintomatología rara, que en algunas ocasiones y según creencia, puede llegar hasta ocasionarle la muerte.

Hay remedio para acabar con la influencia de este maléfico poder, y por ello se ponen manos a la obra, aquellas mujeres que saben “cortar el mal de ojo”, porque tienen “gracia” (han nacido en Viernes Santo) o porque lo han aprendido de los mayores, los cuáles le transmiten los textos que hay que rezar y los mecanismos a hacer para dejar al niño libre de esos influjos.

 

Para evitar estos problemas se le colocan a los niños, prendidos a la ropa, o en el cochecito o cuna, un lazo rojo o bien una cruz de Caravaca o diversos tipos de escapularios