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La Casa de los Tubos

Una leyenda de Monterrey, Nuevo León nos relata que en una localidad llamada La Escondida se encuentra una construcción a la que llaman La Casa de los Tubos.

Esta casa, por cierto ahora en ruinas, la mandó construir un cierto señor para su hija a la cual adoraba. La joven estaba paralizada y en silla de ruedas. Razón por la cual el hombre diseñó la casa con muchas rampas que unían los diversos pisos de la mansión, de tal forma que la silla de ruedas no tuviera ningún problema de tránsito y la hija pudiese circular a su gusto.

Cuando la casa se encontraba en proceso de construcción, quiso la mala suerte que dos albañiles muriesen accidental y misteriosamente. La edificación tomó más tiempo del necesario, debido a muchos problemas que fueron surgiendo.

Los habitantes de la zona veían cómo iba surgiendo aquella casa tan extraña, que no era precisamente bonita, pues su aspecto tubular causa asombro y desconcierto. Sin embargo, la casa siguió construyéndose.

La Casa de los Tubos

Con el fin de que la muchacha viera cómo poco a poco iba surgiendo el que sería su nuevo hogar, el amoroso padre decidió llevarla a la obra que ya estaba casi finalizada, solamente le faltaban algunos detalles.

Mientras ambos se encontraban haciendo el recorrido de la mansión, en una de las piezas del piso superior, el padre se acercó a observar un detalle en la pared y soltó la silla de ruedas de la muchacha. De repente, la silla comenzó a rodar y empezó a deslizarse por una de las rampas, llegó al segundo piso y el impulso que llevaba la silla hizo que la niña saliera despedida por una ventana y a gran velocidad. La chica cayó el vacío y murió instantáneamente al llegar al suelo.

A raíz de este terrible accidente, el desconsolado padre se volvió alcohólico. Poco tiempo después, transido de dolor se suicidó, pues no soportaba la vida sin su querida hija. La construcción de la casa se abandonó completamente.

En la casa maldita siguieron las desgracias, pues muchos de sus curiosos visitantes encontraron inexplicablemente la muerte en ellas. Otras personas se suicidaron en ella, y no faltaron todo tipo de accidentes extraños y misteriosos.

Sonia Iglesias y Cabrera

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EL crimen de la Casa Aramberri

En Nuevo León, Monterrey, existe una leyenda que sucedió en la Casa Aramberri, localizada en el número 1026 de la Calle Silvestre Aramberri; en ella se relata que dos mujeres Antonia Lozano y Florencia Montemayor, madre e hija, murieron trágicamente. 

El crimen de la Casa Aramberri

Un cierto día Delfino Montemayor se fue a trabajar al amanecer y dejó a las dos mujeres solas, como era habitual. Al poco rato de haber partido su esposa, Antonia escuchó que llamaban a la puerta y fue abrirla. Recibió tres tremendos golpes en la cabeza y se desvaneció. Florinda se despertó al sentir que tres hombres la golpeaban y la violaban. Antonia regresó de su desmayo, acudió a la recámara de la hija y recibió tres cuchilladas en la garganta. Ambas fueron mutiladas. Cuando regresó el marido de Antonia se encontró con un macabro espectáculo, y se dio cuenta que en las uñas de las mujeres había carne y cabellos de los asesinos.

Cuando las autoridades empezaron con las investigaciones en la casa, notaron que el perico que era la mascota de Florinda, repetía sin cesar: ¡No me mates, Gabriel, no me mates! Gabriel era el nombre de un sobrino de la pareja. Atraparon al susodicho que confesó que junto con dos amigos habían perpetrado el crimen con el fin de robar. Al tratar de escapar, los asesinos fueron matados por la espalda en la Calle Zuazua del centro de la ciudad de Monterrey.

La leyenda cuenta que todas las noches en la casa se ven sombras, se escuchan los desgarradores lamentos de las asesinadas mujeres, y sus desesperados gritos de auxilio que nadie atendió. Las almas de las desafortunadas no han podido descansar en paz.

Sonia Iglesias y Cabrera

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La Mujer de Blanco

Saludos a todos los respetebles lectores, esta historia me sucedio a mi. Corria el año 1979 en la ciudad de Monterrey, Nuevo Leon, situados en la popular colonia de "La Coyotera", especificamente en los patios del ferrocarril, eran alrededor de las once de la noche cuando mis cuatro hermanos y un servidor que en esos tiempos tenia alrrededor de ocho años de edad, ivamos pasando por medio de los patios del ferrocarril y a lo lejos  de los patios se escucho un chistido y todos a la vez volteamos. Cual fue nuestro asombro! Lo que vimos hasta la fecha lo tenemos presentes todos nuestros hermanos hasta el dia de hoy. Se trataba de una mujer de blanco sentada en la parte superior de un poste de luz. Enseguida todos corrimos para llegar a la casa que estaba sitiada en la parte de enfrente de los patios del ferrocarril.  Llegando a la casa le comentamos a nuestros padres y estos ni tarde ni peresosos llegaron al lugar con todos nosotros, donde estaba la mujer de blanco, pero ésta ya no estaba, Hoy en dia se le conoce como el mercado campesino en Monterrey.

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La comadre bruja

Las leyendas de "brujas" son comunes en la región noreste de México y envuelven una mezcla de tradiciones y costumbres antiguas de la región, las cuales muestran una parte de la forma de pensar de las personas en aquellos lugares. Pero los relatos modernos de "brujas" aparentan más algo de apariencia "paranormal" que a simples relatos surgidos de la imaginación de las personas; sin embargo algunos afirman que tanto los relatos antiguos como los contemporaneos podrían ser reales, y que se trata de la forma de interpretar un fenómeno aún desconocido y sin explicación para las personas.
El presente relato se remonta a la primera mitad del siglo XX, me lo contó hace varios años mi señor padre, que en el Cielo está; él fue un gran practicante del montañismo en su juventud y recorrió practicamente todas las montañas y cerros del estado de Nuevo León, en sus excursiones conoció algunos relatos de este tipo. Espero sea de su agrado.
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El Escudo de Armas

Existe una leyenda referente al Escudo de Armas, el Doctor Regino F. Ramón escribió una historia sobre el estado de Coahuila que nunca se público pero que otro a su vez al leerla, transcribe un documento que se encontró en el Archivo de la Nación y que en la parte que interesa dice lo siguiente: que Urdinola, desde Saltillo mandó por el rumbo del oriente a Don Diego de Montemayor, quien emprendió la marcha el 22 de Agosto de 1555, hasta que llegó a una gran planicie donde corría un hermoso riachuelo a cuyas márgenes estaban acampadas numerosas tribus indígenas, seguramente eran lo ojos de agua de Santa Lucía, estos indios medios domesticados no eran belicosos. Al salir el sol practicaban una curiosa ceremonia, se formaban todos dando frente al oriente y al aparecer el astro del día por entre los picachos del cerro de la Silla, le disparaban sus flechas, no de una manera hostil, sino con cierta humildad y reverencia que indicaba ser un acto de homenaje y veneración.
Don Diego de Montemayor quedó tan impresionado que muchos años después, que fundó en ese propio lugar de la ciudad de Monterrey, pidió y le fue concedido por el virrey, que el emblema de la ciudad metropolitana fuera un sol sobre el cerro de la Silla, al que disparaba un indio sus flechas.
Sin embargo y haciendo caso omiso de lo anterior, lo que si puede asegurarse sin lugar a dudas, es que el escudo data de mediados del siglo XVII, pues en la carta que envío el Gobernador de Nuevo Reino de León. Don Nicolás de Azcárraga a la reina Doña Maríana de Austria el 29 de Septiembre de 1667 y en la siguiente de fecha 5 de Abril de 1669, le decía textualmente que la ciudad necesitaba de privilegio de armas y que se cediesen según el escudo que hubiese acostumbrado, lo que confirma que el blasón ya existía para entonces.
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Milagro del diluvio

La leyenda nos relata que por el año de 1718 cayó en la ciudad una lluvia torrencial que duró 40 días e inundó gran parte de esta localidad. En ese entonces, afuera de la ciudad hacia el poniente, vivía una India tlaxcalteca esposa de un zapatero, que guardaba en su casa una imagen de la virgen de La Purísima y cuando las aguas desbordadas del río llegaron a ese barrio, se dice que la piadosa mujer acercó con fé la imagen al borde de las olas. Casi de inmediato, la corriente perdió fuerzas y se salvaron de la inundación aquella barriada y la ciudad también. Este milagro influyó para que esa mujer construyera una pequeña capilla que llamó casa de la virgen, donde las mujeres de esa época iban a rezar todos los sábados, aunque el lugar estaba fuera de la ciudad. Actualmente el templo que se encuentra en ese lugar refleja la arquitectura religiosa moderna de la ciudad.

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Templo de El Roble

En la época de La Colonia surgió otra leyenda que mantiene arraigo popular. Se dice que una mujer del pueblo comenzó a contar que una imágen que ella tenía en su casa, escapaba de noche y atravesaba el canal de los ojos de agua de Santa Lucía, e iba a refugiarse en el hueco del tronco de un roble, que existía exactamente en el mismo lugar donde se levanta el templo de El Roble. La mujer agregaba que todas las noches iba por ella y la encontraba con la falda húmeda y con algunos cadillos en los pies. El asombro crecía y más mujeres solían ir a rezar a ese lugar.

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La niña fantasma de Protección Civil del Estado

En las instalaciones de Proteccion Civil del Estado de Nuevo León, ubicadas en la parte alta de la Loma Larga en la ciudad de Monterrey, algunos elementos de la corporación han reportado varios sucesos extraños. "Lo que pasa es que vi que alguien atravesó la maya ciclónica, entonces, luego y luego, mis compañeros a traer lamparas y a los perros, fuimos a buscar y no había nadie" expresó Adrián Licón rescatista de Protección Civil del Estado.
Entre ellos la misteriosa aparición de una niña que ronda por los pasillos de esa institución. Carlos Eduardo Aguilar quien es el radio operador de esta dependencia menciona "nos han comentado los compañeros de aquí, de Protección Civil del Estado, junto con las secretarias y personal del helicoptero, que han visto a una niña en los pasillos, en áreas de las oficinas, en los baños, así mismo como en la cocina, que han platicado con ella".
Las instalaciones de la corporación de rescate están ubicadas en lo que fue una antigua escuela que fue cerrada y abandonada en 1980 y así continuó hasta 1998, cuando fue instalada la corporación de rescate en ese lugar. Se rumora entre los miembros de la corporación que en ese tiempo una niña sufrió una tragedia. "Se menciona de que aquí hubo una muerte violenta de una niña, que fue violada en estas instalaciones, cuando estaban abandonadas durante mucho tiempo" narra el comandante Martín Castillo Subdirector de Protección Civil del Estado.
Varios son los que cuentan que se han tenido encuentros con la fantasmagórica entidad. "Era un mecánico de los helicópteros, él llega entra aquí a la cocina, pasa por el área de la alacena, entra y ve a la niña y le dice ¡Hola! ¿Cómo estas?… se mete a la alacena, saca una naranja, saca una para él y otra para la niña, porque él no sabía, entonces él sale y estira la mano buscando a la niña, entonces no la encuentra" cuenta Adrián Licón rescatista de la institución.
Sin embargo y a pesar de que varios comentan que han visto a la niña fantasma, muchos se mantienen escépticos. El comandante Martín Castillo opina al respecto "no deja de ser una situación qu en algunos momentos tenga una explicación lógica o científica, por condiciones climatológicas, algunos efectos que se generan o en algunas circunstancias".
El fantasma de la niña de Proteccion Civil del Estado, sigue siendo todo un misterio, los reportes han continuado, es todo un caso para Archivo Insólito.
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Casa de los tubos

En la parte alta de la colonia Contry La Escondida en ciudad Guadalupe, existe una gran casa que fue construida a principios de los años de 1970´s, la cual se encuentra abandonada desde entonces; desgraciadamente ha sido víctima de vándalos, sin embargo esa casa esta rodeada de misterios.
José Daniel Castilleja quien es policía de ciudad Guadalupe cuenta que "una niña que se calló en una silla de ruedas, y que era de una persona anciana, y que en la casa aparte se habían caído dos albañiles, y por el miedo abandonaron la casa y ya no quisieron construirla".
Sobre esta casa cuentan muchas historias y rumores, el misterio la ha rodeado desde hace muchos años y hasta el momento no se sabe cual sea su historia real. "Dicen que cuando toman vídeo o fotos, parece que ven sombras o figuras de algo en la fotografía" comenta el oficial de policía José Daniel Castilleja.
La casa es vigilada constantemente por policías municipales que no permiten la entrada a curiosos por lo riesgoso de la construcción; sin embargo se cuentan varias leyendas pero todas rondan sobre una tragedia ocurrida a una jovensita que usaba una silla de ruedas; de esa casa algunos cuentan que se ha visto el supuesto fantasma de una mujer rondar el lugar por las noches, aunque no todos creen en estos rumores. Una vecina del lugar que no quiso identificarse dijo "yo no he visto nada, yo todas las noches paso por ahí, y no he visto nada".
Acompañados por varios oficiales acudimos al lugar, y lo que captamos fue algo realmente insólito; en el área correspondiente al sótano de la casa fue captado la imagen de algo semejante a la silueta de un cuerpo humano, la imagen aparentaba ser la de alguna tipo de entidad; pero la mejor opinión de la de usted.
Por los rumores de fenómenos paranormales, algunos curiosos van ahí en busca de ver algo fuera de lo normal. "Se dice que se aparece una niña que tuvo un accidente… incluso viene gente del extranjero, chinos, japoneses, estadounidenses, sobre todo vienen a checar el vídeo, o sea, esta casa tiene años y es muy famosa por la historia de la niña que se aparece", menciona Juan Antonio Ledezma quien es policía de ciudad Guadalupe.
La leyenda de la casa de los tubos esta rodeada de muchos misterios, seguirá siendo todo un caso para Archivo Insólito.
http://belduque.blogspot.com/2006/08/la-casa-de-los-tubos.html
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Monterrey

El barrio antiguo de Monterrey

En el Barrio Antiguo, según cuentan las crónicas y las voces heredadas de generación en generación, se vivió siempre en armonía absoluta. Las familias avecindadas en ese espacio urbano eran como una sola, tanto en los sucesos alegres como en aquellos marcados por el dolor.

La religiosidad caracterizaba al pueblo de aquellos días: era obligada la asistencia a misa diaria de cinco o a las que tenían lugar a lo largo del día en Catedral; desde luego, no se podía faltar al rosario ni a la hora santa que durante muchos años el padre Jardón-fundador de la Congregación Mariana- celebró exclusivamente para los señores. Andrés Jardón, su hermano, recitaba el rosario en los velorios de los vecinos y les acompañaba hasta el panteón para rezarlo ante el sepulcro.

También se asistía a misa o a otros actos piadosos en, la capilla del Colegio de San José, los vecinos en el ala que daba a Abasolo y las alumnas internas en la nave que miraba hacia el patio.

Por muchas décadas vivieron en el Barrio Antiguo, además del padre Jardón -a quien la gente veía pasar rodeado de niños y haciendo flotar su enorme capa negra-, el canónigo Juan Treviño, mejor conocido como "el padre Juanito", y el padre Juan José Hinojosa, a quien no pocos vieron en levitación no sólo al celebrar los oficios, sino también cuando caminaba por la calle con su semblante de asceta.

Durante el rigor del verano las aceras se poblaban de sillas y mecedoras austriacas o de la Malinche. Allí se saludaba con afecto a don Celedonio Junco, que pasaba con el periódico bajo el brazo, o al general Garza Ayala, quien, a decir del doctor Gonzalitos, manejaba tan bien la pluma como la espada. Entretanto, los muchachos en la calle jugaban sin riesgo alguno a la roña, a las escondidas, a los encantados o al burro saltado.

Los cumpleaños y los días de santo de jóvenes y mayores eran motivo de convivencia y de alegría en la merienda y en la ingenua piñata; igual desbordamiento se observaba durante la temporada navideña en las posadas y pastorelas.

En cada casa había un piano o se tocaba algún instrumento como el violín y la guitarra. Fueron famosas las tertulias de la casa de don Celedonio Junco; las canciones, los versos y las improvisaciones hacían la delicia de los asistentes.

Por su parte, las muchachas formaban estudiantinas y participaban en las fiestas cívicas y sociales. Era tal la alegría que propios y extraños llamaron a esa zona “ el barrio de Triana”.

Era común que además del comentario sobre los acontecimientos políticos o de la Revolución, o sobre el último capítulo de la novela por entregas que incluía El Imparcial, la conversación bordara sobre lo acaecido en el barrio: la niña que se cayó del balcón, don Genaro que salió de su tienda y jamás volvió, el joven a quien se le desbocó su caballo y le arrastró varios metros, etcétera.

Algunos sucesos tenían tinte violento, como el del oficial que exigió a la familia Castillón desalojar su casa en 24 horas, para hospedar en ella a Carranza, sin conocimiento de éste. Otros eran de carácter chusco, como el de la muchacha que concertó con su novio la fuga y acordó llevar un manto verde para identificarse. Su abuela, única persona con quien vivía, iría a misa de cinco, y esa sería la hora oportuna para escapar. Pero la abuela tomó el manto de la nieta, que fingía dormir. El enamorado galán, al identificar el manto, la tomó en sus brazos y la subió en su caballo, pero en el-primer farol encendido se dio cuenta de la confusión. Cuentan que la abuela iba eufórica en brazos del jinete.

La leyenda se ha enseñoreado también en el Barrio. Ruidos, pasos y sombras se oyen y se ven en los antiguos caserones. Huesos enterrados en el tronco del nogal; túneles secretos de la catedral al colegio; mujeres emparedadas en los gruesos muros; coronas de imágenes que al frotarlas hacen realidad los deseos; pianos que tocan solos; o algún caballero endeudado que a punto del suicidio encuentra en la puerta norte de la catedral a un obispo que le entrega la suma de dinero para que salve el compromiso.

Historia, tradición y leyenda, eso ha sido el Barrio Antiguo a través de los siglos. Su significación y rescate restituirán a Monterrey este bello girón de su pasado.

Fuente: Tips de Aeroméxico No. 2 Nuevo León / invierno 1996-1997