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Leyendas Cortas

Julia Pastrana, la Mujer Lobo.

Julia Pastrana nació en la Sierra de Sinaloa en 1834, en una tribu de indios llamada root diggers, los “buscadores de raíces”. Desafortunadamente, nació con una enfermedad llamada hipertricosis, o “síndrome del hombre lobo”. Todo su cuerpo estaba cubierto de abundante pelo lacio y negro. Tenía una nariz u unas orejas enormes. Sus dientes eran feos a fuerza de ser irregulares y colocados doblemente en cada mandíbula, por lo que su boca salía anormalmente hacia afuera. Todo su aspecto recordaba a un gorila. Parece ser que fue hija de una india de apellido Espinosa quien vivía apartada de la gente, y afirmaba haber sido secuestrada por una tribu de indios y encerrada en una inhóspita cueva, donde vivían osos y monos que abusaron de ella según afirmaba. Tenía una niña pequeña, Julia, de la cual decía no ser madre. Dicha mujer se casó y dio a su hija el nombre de Julia Pastrana. Cuando murió, la pequeña fue a vivir como sirvienta en la casa del Pedro Sánchez, entonces gobernador del estado de Sinaloa. Un buen día conoció a M. Rates, su manager, quien la puso en exhibición en el Gothic Hall de Nueva York, para  luego venderla a otro representante de fenómenos, el señor Beach.

Se la llamaba La Indescriptible, y parecía feliz de mostrar su condición y sus habilidades para bailar y cantar, tanto en inglés como en español. En 1857 su entonces manager Theodor Lente, la llevó a Londres donde no se le permitió actuar. Pero en Leipzig, Alemania, actuó en una obra de teatro escrita especialmente para ella: Der curierte Meyer, cuyas representaciones se cancelaron poco tiempo después por considerarla inmoral.

Leyenda corta la mujer loboAl contrario de lo que pudiera pensarse, recibió muchas proposiciones de matrimonio, pero no aceptó a ningún galán por considerar a sus pretendientes insuficientemente ricos. Sin embargo, en 1857 se casó con Theodor Lente quien le prohibía salir a la calle durante el día y la mantenía fuera de observación de las personas. En el año de 1860, durante una jira por Moscú, Julia dio a luz un bebe que heredó la misma enfermedad. El niño no sobrevivió,  murió treinta y cinco horas después de nacido. Cinco días más tarde, Julia moría por las complicaciones que se le presentaron después del parto. El adolorido pero codicioso esposo, vendió los cadáveres al profesor Sukolov de la Universidad de Moscú. Este científico momificó los cuerpos y los expuso en el Instituto Anatómico de la Universidad de Moscú. Tras un largo proceso judicial, Lente reclamó las momias, las obtuvo y regresó a Londres donde acabaron presentándose en un museo de curiosidades. Después de desaparecer, las momias pasaron a ser propiedad de un tal señor Lunds, quien las presentó en su cámara de horrores en Noruega. Tras una serie de vicisitudes, en el año de 2013, los restos de Julia, sin su hijito cuya momia fue destrozada, se entregaron al gobierno de México y se depositaron en el Cementerio Histórico de Sinaloa. El día 13 de febrero de este año, se enterraron en el pueblo donde naciera La Mujer Mono.

Sonia Iglesias y Cabrera

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