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Leyendas Cortas

Lorencillo, el pirata, ataca Veracruz.

Lorencillo era pequeño, blanco y rubito, parecía inofensivo, pero fue el azote de las costas de Campeche, Yucatán, Tabasco, Veracruz y Tampico. Se llamaba Laurens Cornelis Boudewijn de Graaf y había nacido en los Países Bajos en 1653. Después de haber sido un temible pirata, Lorencillo murió como apacible granjero en Mobile, Estados Unidos, en 1704. Como artillero de la Armada Española combatió a los filibusteros, pero más tarde se unió a ellos y atacó el Puerto de la Villa Rica de la Vera Cruz el lunes17 de mayo  de 1683.

Tal día, por la tarde, se vieron desde la playa dos barcos de vela con ochocientos hombres al mando de Lorencillo y de Nicolás Agramont, su cotlapache. En poco tiempo tomaron la Plaza de Armas y, en la madrugada el Puerto de Veracruz fue furiosamente asaltado: saquearon las casas importantes de la ciudad, llevaron a los ciudadanos a la Plaza y luego a la Catedral, ahí los despojaron de sus pertenencias, amenazándoles con explotar barriles de pólvora si no entregaban todos sus supuestos o verídicos tesoros.

Tomaron como rehenes a mujeres españolas y a algunos funcionarios públicos de la Corona, liberando a las criadas mulatas y negras. El botín obtenido por Lorencillo, consistió en mil arrobas (30 libras castellanas) de plata labrada, 1500 esclavos, lencería, grana, añil, joyas, harina, y mil mercaderías más de México y de España. La pérdida fue de 4000 000 de pesos. A cada jefe pirata le tocaron 6000 pesos, y a cada piratilla 600.

Enriquecido y feliz de sus desmanes, el 1° de junio partió Lorencillo en su nave después de haber dado muerte a cuatrocientos veracruzanos y españoles, y de haber perdido solamente 35 piratas. Este fue el primero de muchos otros ataques a las costas orientales de la Nueva España que lo convirtieron en una leyenda de la cual se habla todavía.

Sonia Iglesias y Cabrera.

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Tradiciones

Nuestro Tequila.

Proceso de fabricación y tipos de tequilas.

El tequila es una bebida tradicional de México que se produce en el municipio de Tequila,  en Amatitan. y Arandas, Jalisco, pero con denominación de origen para Michoacán, Nayarit, Guanajuato y Tamaulipas. Se fabrica por la fermentación y la destilación del jugo del agave azul (Agave Tequilana Weber) -planta que florece una sola vez para morir en seguida, diferente al agave pulquero  -que se encuentra en el corazón de la planta.

En la fabricación del tequila se llevan a cabo diferentes procesos del todo indispensables: la jima, que consiste en la separación de las pencas del corazón del agave; la hidrólisis, que permite obtener los azúcares simples, sobre todo la fructuosa; la extracción, en la cual se lleva a cabo la separación de los azúcares de la fibra de la penca; la formulación, tequila ciento por ciento de agave, llamado tequila noble, o tequila con un 49 por ciento de azúcares provenientes de otras fuentes, conocido como tequila mixto, a los que se agrega la levadura; la fermentación, producida por la acción de las levaduras; y la destilación, o separación de los constituyentes del mosto realizada en alambiques.
Con estos procesos se obtienen el tequila blanco (tequila joven), el tequila reposado, el añejo y el extra añejo. Según el añejamiento  de éste último, se obtienen varios tipos de tequila: el blanco o “plata” que se logra cuando se termina su destilación de tan sólo horas o un día, y tiene una graduación de 35 a 55° GL; el reposado que permanece de dos meses a un año en barricas de encino o roble, de color ambarino y con la misma graduación que el anterior; y el añejo con un año de antigüedad reposado en barricas de roble blanco, de color dorado oscuro y fuerte sabor a madera; y el extra añejo de más de tres años de antigüedad. Ningún tequila debe almacenarse más de cuatro años porque se estropea y se echa a perder.

Leyendas y mitos tequileros
Respecto al origen del tequila, una vieja leyenda nos relata que hace ya varios siglos unos indígenas de Jalisco se guarecieron en una cueva para escapar a una fuerte tormenta que se solazaba sobre unos campos de agave. Unos imprevistos rayos cayeron sobre los corazones de las plantas, los quemaron, los almidones se cocieron y surgió una especie de miel. Un excitante aroma llegó a los habitantes de esa región, quienes tomaron trozos de los corazones quemados y lo saborearon, pues eran sumamente dulces. Uno de los indios dejó un poco del meloso líquido en un jarro y lo olvidó por un tiempo. Cuando días después regresó a su choza, descubrió que un agradable olor inundaba su casa y que del jarrito salía una especie de espuma blanca. Curioso, probó ese nuevo brebaje que en seguida le calentó el pecho y le proporcionó bienestar. Pasado un rato, sentíase ligero, animoso, y alegre. Comunicó su hallazgo a sus compañeros quienes lo probaron y estuvieron de acuerdo en que tan maravilloso líquido era un verdadero regalo de los dioses, específicamente de Mayahuel, la diosa que dio a los indios el pulque.

Una errónea creencia muy difundida respecto al tequila cuenta que el emperador Moctezuma II en una cena ofrecida a Hernán Cortés, le obsequió con una copa de tal bebida. Creencia que oscila entre la verdad y la mentira como toda leyenda que se precie. Lo que sí es un hecho es que en tiempos prehispánicos el agave  se utilizaba para muchos menesteres, pues ya era conocido por los pueblos mesoamericanos desde hace alrededor de 9000 años. Con sus pencas se construían techos, se fabricaban agujas, cuerdas y papel, las pencas secas servían como combustible, y con sus cenizas se elaboraba una especie de jabón. Además, su savia servía para curar heridas y quemaduras, como hasta la fecha se emplea. Asimismo, el maguey azul usaba para preparar miel y fibras para tejer, de su tronco horneado se obtenía un dulce muy sabroso que en nuestros días recibe el nombre de “mezcal”.

La primera taberna tequilera de la Nueva España.
Pero la triste realidad nos confirma que el tequila, o “vino mezcal”, como se llamó en sus primeros tiempos, se inventó durante la época colonial, pues el proceso de destilación fue desconocido dentro de las culturas indígenas del México prehispánico. El proceso de destilación los españoles lo aprendieron a su vez, de los árabes asentados en la Península Ibérica durante siete siglos. Se puede ubicar tal invento en el primer tercio del siglo XVI y los indígenas fueron utilizados como mano de obra en su proceso de producción, mismo  que se realizaba en las antiguas “taberna” artesanales.
Cristóbal de Oñate y Osaña, conquistador español, después de una cruenta batalla con los indígenas de la región occidental de México, fundó el 15 de abril de 1530 la población de Santiago de Tequila, junto con frailes franciscanos a las órdenes del padre Juan Calero, quien muriera a manos de indígenas insurrectos, colgado de un ídolo, representación de un dios nativo.

Setenta años después, en octubre de 1600, llega a Tequila Pedro de Tagle, marqués de Altamira y Caballero de la Orden de Calatrava, y funda el primer lugar donde se elaboró, se vendió y se consumió el tequila al que se denominó “taberna”, en la Hacienda de Cuisillos, junto a los plantíos del agave azul. A estas primeras producciones de tequila se les nombró “vino mezcal de Tequila”. En un inicio, los primeros hacendados producían tequila casi para consumo propio, sin pensar en una comercialización más amplia, pero ya hacia 1542, se pensó en una distribución comercial; sin embargo, por la prohibición de la Corona de fabricar vinos o licores en la Nueva España y temiendo perjudicar la importación de vinos españoles, el tequila se comenzó a elaborar clandestinamente. La antigua población de Santiago de Tequila se encontraba situada en el occidente de México, en lo que fuera Nueva Galicia, en un lugar llamado Teochichán, “lugar del dios”. Su nombre proviene del apóstol Santiago, patrón protector de España, y Tequila deriva de la palabra náhuatl tecuilan que significa “lugar de tributos”, habitado originalmente por chichimecas, otomíes, y tribus nahuatlacas. El 8 de diciembre de 1655, se nombra patrono de la población a Santiago Apóstol y, un año después, el 16 de octubre se le eleva la población a la categoría de villa, con el nombre de Villa de Torres y Argos de Ulloa y Chávez, que era el apelativo del Gobernador de la Audiencia de Nueva Galicia.
                                   

Sonia Iglesias y Cabrera

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Ejemplos de mitos

Ejemplos de Mitos Cosmogónicos

Los mitos cosmogónicos intentan explicar la creación del mundo a través de diferentes historias. Son los más universalmente extendidos y de los que existen mayor cantidad. Por ejemplo, pueden narrar el origen de la tierra en un océano primigenio, contar cómo una raza de gigantes o dioses, como los titanes, desempeñan una función determinante en la creación del mundo, etc.

Ejemplos de mitos cosmogónicos son los siguientes:

Itom Achai e Itom Aye. Mito mayo

Coyote crea el mundo. Mito kiliwa

El dios Kakal crea el mundo

Mito de la Creación

Creación del Mundo

Los mitos de creación o mitos cosmogónicos -del griego κοσμογονία o κοσμογενία, siendo κοσμος «el mundo», y la raíz γί(γ)νομαι, γέγονα, «nacimiento, nacer»- son relatos orales tradicionales que expresan la cosmovisión, y en los cuales los personajes, son dioses primarios o secundarios, héroes culturales, y seres mágicos y fantásticos.

Su temporalidad remonta al inicio del mundo o aun a antes, cuando el mundo no existía, como en el mito mexica de TloqueNahuaque, el dios primordial antecesor de todo lo existente. A través de tales mitos, los seres humanos se explican la creación del mundo, de los hombres, de la naturaleza y de los animales. Dentro de la mitología pueden ser considerados, sin temor a exagerar, como los de mayor importancia, dada la temática de los mismos: creatio ex nihilo, o sea, “desde la nada.”

Los mitos cosmogónicos expresan la ideología de la sociedad en que se producen, mantienen la conciencia de pertenencia e identidad al justificar las reglas, prácticas rituales y ceremonias de los pueblos, sea cual fuere la religión que profesan y el tipo de sociedad en que viven.

Es por medio de los mitos de creación que los hombres justifican su aparición en la Tierra y en el universo, a la vez que les otorgan la posibilidad de dar respuesta a las incógnitas que les plantean la adversidad de los fenómenos naturales. Los mitos son, pues, la explicación y justificación de la existencia del mundo. Justifican la existencia de normas de conducta que les son dictadas a los hombres por los dioses, o por los héroes culturales a quienes las deidades emplean como conductos mediadores eficaces.

Es un hecho curioso, a la vez que lógico, el que todos los pueblos del mundo posean mitos de creación, entre muchos otros que no atañen a la cosmogénesis; muchos de ellos presentan elementos comunes, otros son sui generis(especiales o específicos), pero todos cumplen las mismas funciones; a saber, obtener una visión integradora del mundo; una explicación necesaria, tranquilizadora o no, para la comprensión de los fenómenos naturales; la forja de patrones de identidad comunitaria; y la indispensable cohesión del grupo al que se pertenece.

La estructura conceptual de los mitos de creación conlleva, narrativamente, algunos elementos indispensables; a saber: el tiempo inicial o primario en que se efectuará la creación; el espacio donde brotará la vida; el surgimiento de dioses primarios, casi siempre creados por sí mismos o preexistentes eternamente; el proceso de la creación de los dioses creadores secundarios por obra de los dioses primarios o de algún elemento que ellos propician; la creación de héroes culturales cuyas acciones tienen como meta civilizar a los pueblos; la creación del hombre y de la mujer primigenios; la creación de los elementos y los fenómenos que integra a la naturaleza (plantas, montañas, animales, ríos, etc.); el ordenamiento del universo en planos superpuestos; el ordenamiento del universo en atención a los rumbos sagrados; la existencia de ciclos o etapas necesarias a la creación, que varían de una hasta muchas más, que se destruyen y resurgen, hasta llegar a la etapa sin retorno, donde el mundo debe acabarse para siempre.

Es por ello que a partir de los mitos cosmogónicos -y de ahí su importancia-, se desprenden diferentes tipos de mitos que conforman las diversas mitologías. Mencionemos algunos de ellos.

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Leyendas de Terror

El Pozo de las Cadenas

Esta leyenda mexicana sucede cerca del pueblo de Tecate, donde en un campo vivía en tranquilidad un granjero con su familia. Su vida transcurría placidamente hasta que un día llegaron dos hombres, que afirmaron estar de paso hacia Tijuana. Tras darle refugio y comida, les ofreció que pasaran la noche en su casa para evitar andar en medio de la oscuridad y que luego siguieran su camino. Los visitantes comenzaron a averiguar sobre las posesiones del granjero: hacienda, cosechas, dinero, etc. a lo que el dueño de casa respondía con total inocencia, sin saber que estaba firmando su sentencia de muerte….

Una vez entrada la noche, los maleantes esperaron que los propietarios se durmieran para dirigirse a su habitación y despertarlos bruscamente. Inmediatamente los obligaron a revelar dónde escondían el dinero por lo que el hombre les dio un pequeño cofre donde guardaba algunas monedas, que era todo lo que tenía. Los ladrones, enfurecidos, comenzaron a golpearlo hasta provocarle la muerte. Al comprobar que estaba muerto, los delincuentes tomaron una decisión diabólica: asesinarían al resto de la familia para que no hubiera testigos. Así, dieron muerte a la esposa y a los hijos del dueño de la granja, para luego darse a la fuga, no sin antes esconder los cuerpos en el pozo de agua de la finca, atándolos con cadenas.

Con el paso de los años, la granja se vendió, y sus nuevos dueños decidieron remodelar el pozo. Cuando estaban en estas tareas, unos ruidos les llamaron la atención y al mirar al fondo del pozo vieron con terror, a los fantasmas de los antiguos dueños de la finca con sus cuerpos envueltos en cadenas, pidiendo auxilio en forma desesperada….

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Leyendas de Terror

El fantasma del parque

Esta leyenda sucedió en la localidad de  Jaral del Progreso en México donde un intendente mandó a colocar varias bancas en un parque ubicado muy cercano a un cementerio.

El hecho fue que las bancas comenzaron a aparecer manchadas y rotas por lo que debió enviar a un vigilante para que las cuidara, pero lo llamativo del caso fue que todos los agentes enviados comenzaron a enfermarse luego de pasar una noche en el lugar.

Estos alegaban la aparición de un fantasma por lo que el intendente decidió cortar por lo sano y enviar a su policía de confianza, un hombre intachable: El chino Herrera. Como todos el primer día se presentó a trabajar pero al día siguiente debió ser internando en el hospital donde antes de fallecer le contó a su jefe una historia aterradora…

Herrera afirmó que iba todo normal hasta la medianoche cuando comenzó a surgir una densa niebla y soplar viento frío, a la vez que le pareció escuchar el llanto de una mujer al final del parque. Se dirigió allí y en medio de la bruma divisó una silueta blanca, a quien le ordenó retirarse de lugar porque era muy tarde, pero no recibió contestación alguna. Luego vio que la mujer se dirigía al panteón pero que no movía las piernas….sino que flotaba a unos 30 cm de suelo. Acto seguido el fantasma se abalanzó sobre el hombre con unos encendidos ojos rojos, lo que le provocó el desmayo, la internación y su posterior muerte.

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Ejemplos de mitos

Ejemplos de Mitos Escatológicos

Los mitos escatológicos anuncian el futuro, el fin del mundo. Siguen teniendo amplia audiencia. Estos mitos comprenden dos clases principales, según el elemento que provoque la destrucción del mundo: el agua o el fuego. A menudo están vinculados a la astrología. La inminencia del fin se anuncia por una mayor frecuencia de eclipses, terremotos, y toda clase de catástrofes naturales que aterrorizan a los humanos. El clásico ejemplo es el Apocalipsis relatado en la Biblia.

Otros ejemplos de mitos escatológicos son las «Profecías Mayas sobre la Destrucción del Mundo» (leer ahora) y el mito «Tloque Nahuaque: El Arquitecto del Universo» (leer ahora).

Fuente: Tloque Nahuaque: El Arquitecto del Universo | Mitos Mexicanos

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Leyendas de Terror

La Hacienda Maldita de México

La hacienda maldita se ubica en el interior de México donde la leyenda afirma que se halla la entrada al infierno y que el mismo Satanás suele visitarla cada cierto tiempo. Existen dos versiones sobre el tema: una de ellas afirma que se trata de la maldición de una pareja de brujos cuya hija fue ultrajada por el dueño de la hacienda en tanto que la otra es más increíble.

El dueño de la finca trataba muy mal a sus empleados y ni siquiera les pagaba el sueldo por lo que se produjo una revuelta que terminó cuando los trabajadores lincharon al propietario hasta causarle la muerte. Eso creyeron todos hasta que observaron con sorpresa que entre sus pantalones salía una cola gruesa como la del mismo diablo….

Sea cual sea la historia, quien ingresa allí oye ruidos y murmullos infernales así como la tremenda sensación de ser observado y perseguido. En ese sitio también se realizaron rituales satánicos por lo que los vecinos del sector debían custodiar la entrada al cementerio para evitar el robo de cadáveres para la realización de tan macabros ritos.

En la hacienda hay una leyenda en ingles que le da la bienvenida a Lucifer y una estrella de 5 picos, síntoma inequívoco del satanismo realizado en ese sitio.

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Leyendas de Terror

7 Leyendas que Aterrorizan al DF

La historia de la ciudad de México es muy rica, sin embargo, con el pasar de los años, varios de los acontecimientos fueron perdiendo credibilidad o sufrieron algunas modificaciones ocasionadas por las interpretaciones de los emisores o receptores, pasando a convertirse en auténticas leyendas, al desconocerse si los hechos en realidad pasaron o si sólo fueron obra de la imaginación de la ciudadanía.

Algunas de las leyendas más conocidas de la ciudad de México, las cuales han sido contadas de generación en generación, son:

1. La Llorona

Es una de las historias más famosas del México antiguo, al incluso desconocerse su fecha de origen, ya que se asegura que proviene del Siglo XVI, cuando la ciudadanía estaba obligada a refugiarse en sus hogares durante el toque de queda, instantes en el que aseguraban escuchar el conocido lamento «¡Ay, mis hijos»!

También se asegura que la leyenda se habría desprendido, porque la mujer se habría visto obligada a matar a sus hijos a petición de su novio, quien le puso esa condición para que no se apartara de su lado, sin embargo, después se arrepentiría de sus actos, cuando sorprendió a su amante en manos de otra dama.

La historia más antigua se refiere a una Diosa Azteca de nombre Chihuacóalt que predecía la conquista de «sus hijos» y lanzaba una plegaria que decía: «Hay mis hijos, como escaparan a tan funesto destino».

2. Antiguo Convento de la Concepción

Ubicado en Belisario Domínguez y República de Brasil, Centro Histórico, el conjunto original estuvo formado por varios edificios, el noviciado, el edificio principal del convento y el templo.

De acuerdo a la leyenda, por tiempos de la colonia, existió una mujer llamada Doña María Gil, la cual se encontraba perdidamente enamorada de Don Urrutia. A su relación se oponían los dos hermanos de la joven y un día decidieron ofrecerle una fuerte cantidad de dinero al pretendiente de su hermana para que dejara la ciudad y se olvidara de ella. Cuando él se fue a Veracruz, se asegura que ella ingresó al convento; pero no soportando el sufrimiento se ahorcó de un árbol de duraznos.

La leyenda señala  que su cuerpo se aparecía a las monjas enclaustradas que vivieron en el convento.

3. La casa de la Tía Toña

Ubicado en la tercera sección del Bosque de Chapultepec, este inmueblese ha popularizado debido a una leyenda urbana en donde se asegura que ahí aún habita una mujer que se enfurece cuando es visitada por curiosos.

Cuando se enfada ocurren cosas inexplicables en la propiedad. Se escuchan ruidos de cosas que caen, una silueta aparece en las ventanas y se siente la presencia de alguien.

La casa se localiza cerca del panteón «Dolores», en Avenida Constituyentes, y la leyenda señala que la «Tía Toña» era una mujer solitaria y con dinero. En medio de esta soledad decidió darle cobijo en su casa a niños de la calle, proporcionándoles techo, ropa y comida.

A pesar de su aplaudible acción, los jóvenes le hicieron la vida imposible, motivo por el que un día comenzó a a matarlos a base de golpes y luegos arrojó sus cuerpos a un río cercano. Cuando la culpa la alcanzó, se encerró en su habitación y nunca volvió a salir.

4. Casa de Don Juan Manuel

En la calle de Uruguay 94, en el Centro Histórico, se encuentra el inmueble que habitó Don Juan Manuel de Solórzano, edificio que encierra la historia de un hombre que, de acuerdo la leyenda, vendió su alma al diablo con tal de saber con quién lo engañaba su mujer.

Supuestamente en las noches aparece un hombre en el portón de la construcción y pregunta la hora. Si alguien contesta «Son las 11 de la noche» él dirá «¡Dichoso aquel que sabe la hora de su muerte!

Este sitio en la actualidad sirve de salón para eventos y fiestas privadas, ya que su arquitectura del siglo XVI lo convierte en un lugar bello y confortable para pasar el tiempo con amigos, además de que está catalogado como Monumento Histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia y por el Instituto Nacional de Bellas Artes.

5. Viejo Hospital Juárez

Esta clínica localizada en Jesús María y Fray Servando, en el Centro Histórico, es conocida por recibir con cierta frecuencia la visita de «La Planchada», una enfermera de apariencia inofensiva cuya risa es calificada de «siniestra» por las personas que se han topado con esta manifestación.

El nombre lo obtuvo por su atuendo colonial, el cual luce perfectamente planchado y amildonado.

De acuerdo a relatos urbanos, la mujer se enamoró perdidamente de un médico, sin embargo, el cariño no era recíproco, tal y como ella misma lo pudo constatar al enterarse que el galeno salía con otra mujer. Jamás se recuperó de la desilusión amorosa.

6. La calle de La Quemada

A mediados del siglo XVI, Gonzalo Espinosa de Guevara llegó a la ciudad de México y lo hizo acompañado de su bella hija Beatriz, de  20 años, quien es la protagonista de esta sangrienta y meomrable historia.

La leyenda relata que Martín de Scópoli, un Marques italiano de Piamonte y Franteschelo, se enamoró perdidamente de ella, por lo que decidió matar a todos sus posibles pretendientes, para así asegurar que Beatriz se fijara en él, sin embargo, la joven decidió acabar con su belleza y así dejar de atraer a Martín, por lo que llenó un recipiente de metal con carbón y lo arrojó en dirección a su rostro.

A pesar de las quemaduras y de haber perdido uno de sus principales atractivos, Martín le confesó que la amaba por su interior, confesiones que le robaron el corazón a Beatriz, quien meses más tarde se casaría con el Marques.

Betty utilizó un velo blanco en el día de su boda, pero después siempre portó un velo de color negro, por lo que nunca nadie pudo volver a ver su rostro, aquel que robó los suspiros de los hombres de la época.

A partir de entonces, la calle donde vivió Beatriz se llamó la calle de la Quemada, aunque en la actualidad  es conocida como la 5a. calle de Jesús María.

7. Fantasma de la Basílica de Guadalupe

Muchos narran que han visto salir a una mujer de la Basílica que carga una vela que no se apaga ni con la lluvia ni con el viento.

Se le ha visto atravesar paredes, luego de dejar ofrendas y rezar. Visitantes afirman que es un alma en pena que dejó asuntos pendientes en la tierra.

También existen relatos en torno a la antigua Basílica de Guadalupe, al asegurarse que por las noches se escuchaban las campanadas, a pesar de que nadie las tocaba, ya que el capellán había fallecido a causa de una enfermedad mal cuidada.

Fuente: http://www.vanguardia.com.mx/7leyendasdeterrorquehanpuestoatemblaraldf-668416.html

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Leyendas de Terror

El diablo en pañales

Esta historia que es una leyenda de la época colonial, y es muy popular en México, donde parte del folklore que lo enriquecen son sus leyendas.

Esta dice así; cierta vez, ya muy entrada la noche, circulaba en las callejuelas retorcidas y mal formadas de la ciudad un hombre en evidente estado de ebriedad, las calles eran alumbradas apenas con unos pequeños candiles que al reflejar las sombras formaban tétricas figuras fantasmagóricas, a lo cual el borrachín no daba muestra de sobresalto.

Andando unos pasos más, escuchó levemente el llanto de un bebé, era un llanto ahogado. Se detuvo tambaleante pero ya no escuchó nada más que el aullar de los perros en la lejanía. Andando unos metros más de nuevo escuchó ese llanto inconfundible, ahora si era claro era el llanto de un bebé que se escuchaba más fuerte, el hombre buscó en los rincones, y justo debajo del puente que cruzaba se hallaba la infortunada criatura rosada y regordeta que solo estaba cubierta por una pequeña manta.

El hombre levantó al bebé sin antes maldecir a la desnaturalizada madre. Aún tambaleándose el hombre siguió su camino aún murmurando pestes contra la infame que dejó a su pequeño crío en semejante situación. No había llegado ni al siguiente faro y empezó a tener la impresión de que el niño pesaba un poco más.

Avanzó 4 calles más y evidentemente se percató de que en chiquillo era más grande y más pesado, ya no podía con él, parecía que en lugar de niño llevaba un cerdito cargando, y se acercó a la luz del siguiente faro para ver bien al niño, levantó la manta y cual fue su sorpresa al comprobar que efectivamente era un cerdo lo que llevaba cargando, el cuál lo miró con los ojos encendidos, chasquió los colmillos produciéndole el terror más profundo que se pueda sentir, lanzado al animal por los aires y exclamando un «Ave María Purísima» se echó a correr por las retorcidas calles empedradas, hasta la borrachera se le quitó.

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Aparición de la Llorona en Puebla

Las leyendas en la Sierra Norte de Puebla son innumerables. Algunas de ellas tienen que ver con hechos sobrenaturales como el que a continuación les vamos a presentar. Se trata de un relato que compartió un lugareño de Tlaxco, Puebla, quien pidió omitir su nombre, aunque su versión coincide con el testimonio de otros serranos que fueron testigos del hecho.

Era el año de 1967, en aquellos tiempos no había luz eléctrica, por ende, sólo se alumbraban con lámparas de pilas, de gasolina o quinqués. En los hogares, la diversión o distracción eran los radios de transistores, ya que la televisión era un medio de comunicación aún muy lejano. Por las noches, a la luz de las velas, los señores jugaban baraja en la banqueta, mientras que las mujeres dejaban preparado el nixtamal para molerlo al día siguiente. Por las madrugadas, sólo se escuchaba el sonido de los grillos.

Sin embargo, en una ocasión, algo extraño sucedió. Era como la una de la mañana, estaba medio nublado y los perros ladraban mucho; de repente, se escuchó un llanto muy lastimero, era el de una mujer que inconsolablemente lloraba.

Preocupadas, algunas personas se levantaron a esa hora para ver qué pasaba, algunos se asomaban atrás de sus casas para enterarse de donde procedía el lamento. Posteriormente, mucha gente se concentró en el centro del pueblo y asombrados se preguntaban unos a otros qué era lo que pasaba. El comentario era generalizado, «yo lo escuche en el corral… yo por los tendales», decían con asombro, ya que pensaban que algo grave había ocurrido a alguna señora.

El llanto fue prolongado y fue escuchado en diferentes partes del pueblo. Al día siguiente, ese era el tema principal; sin embargo, nunca se pudo establecer con certeza de dónde provenía el lamento. Adultos mayores aseveraban que se trataba de la llorona. Una historia que deriva de la época colonial en México y que en la Sierra, también, la adoptaron. A raíz de ese hecho, surgieron más testimonios de apariciones de mujeres vestidas de blanco, principalmente en casas antiguas de Tlaxco.