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Estado de México Leyendas Cortas Leyendas de Terror

El tesoro y el Diablo

Cuenta una leyenda del Estado de México que, en el año de 1880, en Valle de Bravo, cerca de una barranca, una banda de ladrones iba huyendo de la justicia. Las mulas que llevaba la pandilla iban completamente cargadas de lingotes de oro, plata y numerosas y valiosas joyas que habían robado a las personas que habitaban cerca de la mina de Temascaltepec.

Los soldados que los perseguían estaba a punto de atraparlos, por lo cual los bandidos se encontraban tan desesperados que decidieron esconder el rico tesoro robado en una cueva que se encontraba en la barranca por la que transitaban. Ya guardado el botín en dicha cueva, procedieron a ocultarla tapándola con mucha tierra, de tal manera que los soldados no pudiesen verla. Pasado un cierto tiempo pensaban regresar a buscar tanta riqueza que su trabajo les había costado robar.

Montaron en las mulas y se dispusieron a huir, ya tranquilizados porque se habían deshecho del tesoro. Cuando ya se creían a salvo, un pelotón de soldados les dio alcance y mataron a todos los ladrones en la escaramuza que tuvo lugar. Al ver que los facinerosos no llevaban nada de lo robado, los soldados buscaron por todos lados sin ningún éxito. Y no solamente ellos, sino que muchas personas se pusieron a la búsqueda de tan preciado y valioso tesoro, que por supuesto nunca encontraron. Pasaron muchos años y del tesoro, nada.El ambicionado tesoro

En cierta ocasión, tres hombres conocidos con los nombres de Rafael Flores, Juan Hernández y Antonio Sánchez, decidieron ir en busca del tesoro, pues estaban seguros que estaría escondido en la barranca y que solamente era cuestión de buscarlo con ahínco. Acompañados de un tal Primo Castillo, quien conocía muy bien la zona, hicieron los preparativos y planearon el lugar donde iban a escarbar. Cuando estaban trabajando de pronto escucharon unos quejidos horrendos que salían de la tierra; al escucharlos echaron a correr despavoridos, pues pensaron que el tesoro lo tenía el Diablo en su poder. Pero como la sed de riqueza era muy grande, poco después se armaron de valor y regresaron.  Antonio, que era muy religioso, se colgó al cuello un rosario bendito. Cuando estaban trabajando, un extraño hombre se acercó a él, le robó el rosario y echó a correr. En otra ocasión, vieron en el tepeguaje un mono negro con sombrero  que reía como poseído. Antonio se puso a rezar y el mono desapareció inmediatamente. Después de todas esas apariciones del demonio, los ambiciosos amigos decidieron no volver a la barranca y olvidarse del famoso tesoro que sigue si ser encontrado.

Sonia Iglesias y Cabrera

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Ciudad de México Leyendas Cortas

María Pistolas

Con el apodo de María Pistolas se conoció a una maestra revolucionaria que nació en la Ciudad de México en el año de 1884 en el seno de una familia modesta, cuyo nombre fue María Arias Bernal. Junto con otras maestras fundó la Escuela Vocacional Corregidor de Querétaro, con el fin de proporcionar a las mujeres una manera de solventar su escasez económica, enseñándoles algún tipo de oficio como el de cocinera o costurera, entre otros.

Poco después de fundar la escuela en 1910, de la que fuera directora, aunque por poco tiempo, se unió al movimiento maderista, y participó activamente en la campaña de alfabetización y fue la secretaria de la esposa de Madero, doña Sara Pérez.

Cuando el presidente Francisco I. Madero fue víctima del golpe de estado fraguado por Victoriano Huerta, el chacal, María Pistolas acudió ante éste, a fin de rogarle que le perdonase la vida al presidente, por supuesto inútilmente. A raíz de su asesinato, fundó el Club Femenil Lealtad y todos los domingos María organizaba mítines frente a la tumba del ex presidente en apoyo a su causa, a la vez que se encargaba de mantener en buen estado la famosa tumba para que no fuese dañada por los esbirros de Victoriano Huerta. En estas reuniones dominicales se recitaban poemas y se llevaban a cabo discursos. María luchó escarnecidamente por la causa maderista acompañada de otras mujeres de sus mismas ideas como Julia Nava y Eulalia Guzmán.Doña María Pistolas

En el año de 1913, fue arrestada por tratar de detener al hijo del Huerta, quien trataba de destruir la tumba de su héroe. Poco después, cuando Álvaro Obregón entró triunfalmente en  la Ciudad de México en 1214, se interesó por saber quién había tenido el valor de haber mantenido la tumba de Madero en tan perfecto estado; cuando se enteró que lo había hecho la maestra María Arias Bernal, acudió en un acto oficial y, postrado ante la tumba, que se encontraba en el Panteón Francés de la Piedad, sacó su pistola y dijo: – ¡Esta arma que ha servido para defender la causa del pueblo, la entregó a esta valerosa mujer aquí en México, mi pistola sólo puede ser confiada en las manos de las mujeres revolucionarias!

Después de este hecho, en homenaje a una mujer revolucionaria, la heroica maestra fue objeto de burlas en los periódicos y en las carpas de la época, en donde se burlaron de la luchadora maderista y la empezaron a llamar María Pistolas.

María murió muy joven, pues a los treinta y nueve años dejó de existir para formar parte de las leyendas históricas de nuestro país.

Sonia Iglesias y Cabrera

 

 

 

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Leyendas Cortas Leyendas de Terror Yucatan

«¡Tengo hambre!»

Cuenta una leyenda yucateca que en el siglo XIX ocurrió un terrible hecho en una ciudad localizada en el Municipio de Maní y cabecera del mismo. En este lugar había una hacienda donde vivía y trabajaba un capataz con su esposa y sus dos hijos: Ricardo y Armando, de diez y once años, respectivamente.

A los jovencitos su madre les tenía prohibido que por la noche fuesen a jugar al monte, ya que era de todos conocido que ahí espantaban. Una noche que los hermanos jugaban en el patio de la hacienda sin darse cuenta de pronto se encontraron en el bosque, y decidieron regresar cuanto antes a su casa, con el fin de no enojar a su madre. De retorno a su casa se encontraron en el camino con un antiguo pozo que les llamó la atención, pues nunca le habían visto.

Al verlo, decidieron meter el cubo al interior para ver qué encontraban. Cuando lo sacaron se dieron cuenta que no contenía nada y tan solo vieron que en el fondo estaban escritas dos palabras: – ¡Tengo hambre! Creyendo que era algún vagabundo que se había introducido al pozo para guarecerse del frío, corrieron a su casa por un pedazo de pollo cocido para llevárselo.El pozo maldito

Al día siguiente, picados por la curiosidad, decidieron regresar al pozo. Metieron el cubo y se encontraron que en el fondo había una moneda de oro. Al regresar a su casa, su padre les preguntó la procedencia de dicha moneda y ellos le contaron lo acontecido. Al escuchar, picado por la curiosidad y la ambición, el hombre decidió ir al pozo al día siguiente e introducirse en él, esperanzado de encontrar un buen tesoro.

Dicho y hecho, el capataz se introdujo en el pozo. Al poco tiempo sus hijos escucharon gritos desgarradores. Asustados, Ricardo y Armando acudieron a su casa y avisaron a su madre, quien ya se había percatado de que su esposo no había pasado la noche en casa. Al saber lo ocurrido, la mujer acudió al pozo, pues sabía que se trataba de un lugar maldito. Al borde del pozo la mujer vio el sombrero de su marido.

Rápidamente sacaron el cubo y vieron que en su interior había muchas monedas de oro, partes de la ropa del capataz hecha jirones, huesos y algunos pedacitos de carne humana. Hasta el mero fondo del cubo se podían leer las siguientes palabras: – ¡Gracias por la comida!

Este fue el terrible final de un hombre que creyó haber encontrado la fortuna de manera fácil, sin darse cuenta que estaba tratando con el Diablo.

Sonia Iglesias y Cabrera

 

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Leyendas Cortas Leyendas Mexicanas Época Colonial Zacatecas

Perla y el piano

En el año de 1600 Perla Santini vivía en Veracruz y estaba casada con el capitán Jorge Treviño. El padre de Perla, un famoso músico italiano acababa de morir, razón por la cual la joven se encontraba muy deprimida. La pareja decidió cambiar de aires y trasladarse a la Ciudad de Zacatecas. Perla le advirtió a su marido que no deseaba hacer vida social debido al luto, por lo cual se construyeron una casona fuera de la ciudad, a la que llamaron Villa de Rosas.

La villa era muy hermosa, de cantera rosa labrada artísticamente y con grandes jardines llenos de rosas y pájaros cantores. Por dentro, la casa estaba lujosamente amueblada y en la sala principal había un piano que hacía las delicias de la joven casada a la que fascinaba la buena música.

Después de inaugurada la villa con gran pompa, Perla empezó una vida en que se encontraba muy feliz, pues todos la querían y mimaban, desde su esposo hasta los sirvientes pasando por los amigos que solían visitarles frecuentemente.

La mujer tocaba el piano, cantaba y se había prometido ser muy feliz en su nueva morada. El capitán Treviño no cabía en sí de gusto al ver a su esposa tan feliz y optimista. Sin embargo, un mes después de haber llegado a Zacatecas, Jorge Treviño se vio en la necesidad de salir a combatir a los indígenas de Juchipila que habían armado una revuelta contra las autoridades españolas. Se despidió de su acongojada mujer y partió al combate.

La joven mujer dejó de reír, ya no cantó más y se sumió en una profunda depresión por la ausencia de su esposo y por su posible muerte. Lo único que la consolaba en ese trance era tocar en el piano tristes melodías que hacían juego con su estado de ánimo. Sus amigos y amigas trataron de consolarla, pero Perla no reaccionaba y se pasaba los días viendo por el ventanal de su casa, a ver si veía llegar a su marido.

Tan mal se encontraba la mujer que en sus noches de insomnio se ponía a tocar el piano hasta que llegaba el día. Entonces, los centinelas de la villa que su marido había dejado para que la vigilasen, y las personas que pasaban por ahí, empezaron a creer que estaba loca y le llamaron La Filarmónica a la villa.

Un cierto amanecer, uno de los centinelas que la cuidaba se extrañó de no oír las melodías que ejecutaba en el piano y dio avisó a su camarera particular. La mujer abrió el salón donde se encontraba el piano y se encontró con que su ama estaba muerta y su cabeza descansaba sobre el teclado.

Al día siguiente, llegó la noticia a la Villa de Rosas de que el valiente capitán Treviño había muerto durante una batalla librada contra los indios sublevados… ¡Exactamente a la misma hora y el mismo día en que la bella Perla había dejado de existir!

La casona cayó en el abandono, ya nunca nadie la habitó. Los mineros que pasaban frente a ella para dirigirse, muy de mañana, a su trabajo afirmaban que el ventanal de la sala se iluminaba y una hermosísima música de piano se escuchaba, junto con un desgarrador lamento de mujer. Desde entonces se le conoce a la casona como La Filarmónica.

Sonia Iglesias y Cabrera

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Leyendas Cortas Yucatan

Un cementerio muy particular

Hoctún es un poblado que se encuentra en el estado de Yucatán, a 53 kilómetros de Mérida, la capital. Su nombre significa “lugar donde se arranca la piedra”. Se trata de un poblado muy antiguo que cuenta con varios sitios de interés, como su iglesia y su mercado. Sin embargo, el lugar que más llama la atención en su cementerio, ya que es único en el mundo.

Tal camposanto es pequeño, pero muy particular. Dentro de él se encuentra cinco ancianos que esperan a recibir alguna limosna y algunos músicos que esperan ser contratados, si hay algún ocasional entierro.

Las tumbas del cementerio de Hoctún se conocen con el nombre de mausoleos, y tienen la extraña particularidad de haber sido construidos como pirámides (como el Castillo de Chichén Itzá), edificios, jacales, torres de iglesias, casas… y muchas edificaciones más.Una parcialidad del Cementerio de Hoctún.

Esta particularidad tan original se debe a que los habitantes de Hoctún tienen la creencia de que la tumba del difunto debe construirse a la manera del último lugar en que estuvo el difunto. Así por ejemplo, si el lugar donde estuvo el occiso fue la Torre Eiffel de París, su tumba estará representada por la misma. Y si acaso el último sitio donde se encontraba el muertito fue el Sanborn`s de Madero de la Ciudad de México, entonces la tumba representará la Casa de los Azulejos. Estos son algunos ejemplos de mi coleto. De entre todos los mausoleos sobresale uno que representa a la Torre Latinoamericana de la Ciudad de México, y que se construyó ya que uno de los habitantes del pueblo vivió en la Ciudad de México por varios años y quedó impresionado con la Torre más alta de la Ciudad.

Esta insólita variedad de construcciones, tan peculiar en México, fomenta que el pueblo de Hoctún reciba muchos turistas, sobre todo en el mes de noviembre que tiene lugar el Día de Muertos el día primero y dos.

El Cementerio cuenta con seiscientas tumbas o mausoleos. Se le construyó en el año de 1866, para ser ampliado en 1962. El Cementerio de Hoctún se encuentra en muy buen estado, pues continuamente le dan mantenimiento para conservarlo hermoso en su curiosidad.

Este camposanto está cuidado por El Muerto, como le llaman al encargado de mantenerle, cuyo nombre oficial es José Raymundo Chan. Junto con un equipo de trabajadores a quien dirige, José se encarga de pintar las tumbas –que dicho sea de paso el colorido es impresionante- y de construir los edificios o casas que le encargan los dolientes del fallecido. Según el testimonio de este artista escatológico, la costumbre se inició por los años sesenta, cuando algún pariente deseó que la tumba de su difunto se destacase de alguna manera especial sobre las demás. Este hecho impactó, y luego ya todos querían que su muertito sobresaliese de alguna forma diferente.

Visitar este cementerio tan curioso es una experiencia que nadie debe perderse.

Sonia Iglesias y Cabrera

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Leyendas Cortas Morelos

La Danza del Tecuán

En Axochiapan, localidad que se encuentra hacia el sureste del estado mexicano de Morelos, y cuyo nombre significa “flor de agua”, se acostumbra bailar la Danza del Tecuán -o de los Tecuanes, como se conoce en algunas otras regiones- durante las celebraciones comunitarias, como por ejemplo cuando se celebra la feria anual o la fiesta del santo patrono. Se trata de una danza que tiene varias características prehispánicas, bailada sobre todo por grupos nahuas. En dicha danza se escenifica la caza por un grupo de personas que intentan atrapara a un tecuani, tigre u ocelote, que se come a la gente y a los animales.

La Danza del Tecuán ha dado lugar a una leyenda que cuenta que hace mucho tiempo en la región de Axochiapan existían muchas fieras que se comían a los animales de los campesinos, pero aunque este hecho resultaba molesto para los habitantes de los poblados y las ranchería, siempre era posible cazarlos y matarlos para terminar con el problema.

Sin embargo, en cierta ocasión apareció un animal de uña que era muy grande y muy astuto y empezó a devorar animales. Por más que trataban de matarlo, los campesinos no lo lograban encontrar para liquidarlo y detener sus tropelías que afectaban mucho los intereses económicos de los implicados. No solamente se comía a los animales pequeños, sino también llegó a devorarse a los humanos.El Tecuán

Los indígenas cansados de tratar de atrapar al tecuán sin ningún resultado positivo, decidieron ir a ver al Señor del Monte para pedirle su ayuda. El Señor del Monte aceptó ayudarlos, pero a cambio de la ayuda les pidió mucho dinero, ya que se trataba de una empresa que no se presentaba nada fácil.

El Señor del Monte se abocó a la tarea de dar muerte al tigre, pero fracasó rotundamente. Entonces se puso a pensar que él solo no podría realizar dicha tarea, y que le era necesaria la ayuda de más personas. Se dirigió al pueblo a hablar con los campesinos y les explicó que necesitaba ayuda comunitaria si querían atrapar al animal de uña.

Les ordenó que cada persona debería disfrazarse de alguna cosa. Ya todos de acuerdo, algunos se disfrazaron de árboles, otros de piedra, de animales o de alguna planta. Por la noche colocaron animales de verdad al centro de un terreno y los disfrazados se pusieron alrededor de ellos. Así estuvieron haciéndolo durante varias noches, hasta que por fin en una de ellas el animal de uña se acercó y entró hasta donde se encontraban los animales reales. En cuanto estuvo dentro, los campesinos cerraron el círculo para impedir que el tecuán huyese. Cansado de intentar defenderse el tigre quedó sin fuerzas y lo pudieron atrapar.

Los campesinos estaban tan contentos de haber atrapado al devorador que decidieron hacer una gran fiesta que duró ocho días. En la fiesta representaron la hazaña que habían logrado y la escenificaron disfrazados para que todo el pueblo se enterara de lo difícil que había sido atrapar al depredador. Bailaron al son de una flauta fabricada con carrizo y de un tambor.

Desde aquellos remotos tiempos la Danza del Tecuán se sigue bailando y escenificando, para que los descendientes de aquellos valientes nunca olviden la gran victoria de sus ancestros.

Sonia Iglesias y Cabrera

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Chihuahua Leyendas Cortas

Pascual el de las dos cabezas

Una leyenda posiblemente de Chihuahua nos cuenta que Pascual Piñón nació en 1889 y murió en 1929. Su familia era muy grande, por lo que Piñón tuvo que trabajar desde muy chico en el rancho que tenían. Contaba con una condición muy extraña, pues había nacido con un tumor en la frente. Su vida nunca fue fácil pues todas las personas que le conocían le miraban con repugnancia, y Piñón sufría mucho, porque se sentía un monstruo. Trataba de cubrir su deformidad utilizando un turbante, pero no era suficiente, la malformación se le notaba.

Como Pancho Villa le había despojado del rancho donde vivía con su familia de siete miembros, Piñón decidió irse para los Estados Unidos de Norteamérica. Cuando se encontraba trabajando en Texas como ferrocarrilero, lo vio el dueño del circo Sells-Floto y su Congreso de Personas Extrañas Más Completo del Mundo, de nombre John Schindeler e, impresionado por su deformidad, le llamó a trabajar en su espectáculo.Pascual Piñón y sus dos cabezas

Piñón aceptó. En la parte de su tumor, se fabricó una cara empleando cera y plata que le colocaron debajo de la piel. Esta operación dio como resultado que el hombre parecía tener dos caras la una sobre la otra. A la falsa cara la llamó María. Empezó a fantasear con su compañera, y hasta llegó a afirmar que María cantaba para hacerlo enojar.

Algún tiempo después de formar parte de la farándula del circo, y cansado de causar horror en los espectadores, Piñón, sumamente deprimido, se operó del tumor, ayudado económicamente por Schindeler, y quedó libre de tal engorro que le había procurado un buen dinerito y decidió regresar a Texas. Cierto tiempo después de ser operado, el hombre de las dos cabezas murió debido a las complicaciones que se presentaron por la intervención quirúrgica.

Algunos estudios afirman que Piñón no tenía un tumor, sino que efectivamente era otra cabeza la que le salía del cráneo, una patología que se conoce con el nombre de craniopagus parasiticus: o sea que cuando se encontraba en el útero de su madre empezó la división embrionaria para producir gemelos, pero no se completó. Pero tan solo fue una hipótesis que no se mantiene, ya que la “cabeza” del supuesto gemelo no nacía encima del cráneo.

El escritor Per Olov Enquist, escribió un libro acerca de Pascual y en él se lee:

Pascual había nacido con dos cabezas. La otra cabeza de mujer, su extraña historia llegó al mundo en algún momento de febrero de 1922 (…) Según sus palabras nació monstruo. Una de sus cabezas, la inferior, era de hombre, completamente normal siempre muy rígida y erguida. Tenía una barba bien poblada y cuidada. Por encima de esta cabeza crecía otra, surgía de su frente como un brote, o como un preso que desesperadamente intenta atravesar la muralla de la cárcel, pero falla, y es condenado a cadena perpetua, encerrado a medias en murallas.

 Sonia Iglesias y Cabrera

 

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Estado de México Leyendas Cortas

El Caballo Blanco

Cuenta una leyenda de Temoaya, Estado de México, que en una ocasión iba el apóstol Santiago paseando a caballo por el campo con su hermano San Felipe. El caballo de Santiago era blanco y el de San Felipe rojo. Felipe envidiaba mucho el caballo de su hermano, pero se trataba de conformar, aunque no lo lograba.

Decidieron prolongar su paseo hasta convertirlo en un viaje hacia otros poblados lejos de los suyos. Al llegar la noche se pusieron a descansar en el bosque, necesitaban dormir, aunque Santiago temía que les fuesen a robar sus cabalgaduras; razón por la cual le propuso a San Felipe que se durmiera mientras él vigilaba a los caballos. Sin embargo, Felipe protestó y le dijo a Santiago que era mejor que descansara primero porque se veía muy agotado, y que se amarrara el caballo a un pie para asegurarse de que nadie se lo llevaría. Y así lo hicieron.

Santiago se durmió inmediatamente y hasta roncaba fuerte. Felipe, al verlo tan dormido, pensó que era la oportunidad que esperaba para hacerse del caballo blanco que tanto le gustaba. Ensilló al caballo blanco e. irónicamente, le dijo a su hermano: ¡Hasta pronto, Santiago!Santiago montando sus caballo.

Al día siguiente cuando Santiago se despertó, vio que no estaba su caballo y el de su hermano sí. Se dio cuenta que se lo había llevado y se enojó muchísimo. No se explicaba por qué se había robado Felipe su caballo. Era un robo terrible. El apóstol se montó en el caballo rojo y siguió andando. Cuando se encontró con Felipe, muy molestó le preguntó la causa de ese robo entre hermanos. Pero Felipe negó el hecho de habérselo robado y le contestó que el caballo blanco que montana lo había comprado. Al decirla Santiago que el caballo rojo que montaba era el del ladrón de caballos, Felipe lo negó y respondió que él nunca había visto a ese caballo rojo. Santiago se enojó terriblemente con su hermano y ya nunca le volvió a hablar.

Desde entonces, las personas empezaron a adorar a los dos santos. Cada uno en su barrio y con su imagen propia. El día del Santo Patrono se les festejaba a ambos, cada uno en su respectivo templo. Pero era curioso que durante la celebración de la fiesta de Santiago siempre llovía, había truenos y hasta granizaba. Sin embargo, cuando se celebraba la fiesta de San Felipe el sol salía majestuosamente y el cielo estaba por completo azul. Este hecho se debe a que San Felipe está muy contento de tener el caballo blanco; a diferencia del pobre Santiago que lo perdió y tuvo que conformarse con el caballo rojo de su trinquetero hermano.

Sonia Iglesias y Cabrera

Fuente: Abraham Hernández Crisanto, mayordomo. Jiquipilco El Viejo, barrio de Temoaya. En Araceli Campos Moreno, Algunas historias que en México se cuentan sobre el apóstol Santiago.

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Leyendas Cortas Zacatecas

Una dama muy caritativa

En la época colonial, en la Ciudad de Zacatecas vivía María Ana de la Campa y Cos, condesa de San Mateo de Valparaíso, mujer muy querida por todos por ser sumamente bondadosa y caritativa. Era una mujer muy rica que ayudaba a los pobres dándoles dinero y a los enfermos proporcionándoles medicinas.

Vivía doña María Ana en una casona situada en la Plaza de Villarreal. Un día, siendo ya una mujer madura, se casó con un joven humilde, pero sumamente guapo. Y ante esta desigual condición, la sociedad de Zacatecas afirmaba que el joven no amaba a la condesa y que se había casado con ella por su gran fortuna, pues era de todos sabido que la mujer le había entregado todo su dinero. El marido pronto empezó a malgastar la fortuna, teniendo cuidado de que la condesa no se enterase de sus despilfarros.

Cierto día, María Ana encontró un papel en los bolsillos de su marido en el que se ponía de manifiesto que le era infiel con una joven y bella zacatecana. Ante tan terrible desilusión, la condesa decidió vengarse del infiel. Preparó una cena-baile e invitó a las familias más linajudas de la sociedad zacatecana. Cuando el baile estaba en su apogeo, la condesa desapareció del sarao y en uno de sus coches se dirigió a su hacienda que se encontraba cercana a la ciudad. Cuando hubo llegado a pocos metros de los terrenos de la hacienda, ordenó al cochero que se detuviese, bajó del carruaje y le dio la orden de que la esperase.La casona de la condesa.

La mujer se introdujo en la casa, y en seguida escuchó risas y voces. Se dirigió hacia donde provenían las tales voces, que era nada menos que el cuarto de su marido; abrió la puerta y se encontró a la pareja de adúlteros en una situación comprometedora. Al ver tan terrible escena, María Ana, cegada por los celos y el dolor, tomó un puñal antiguo que se encontraba en una mesa y llena de odio apuñaló a los amantes hasta matarlos.

Tras haber dado muerte a su marido y a la amasia de éste, regresó al carruaje y retornó a la ciudad. Entró en la casona con la certeza de que nadie la había echado de menos y se unió a la diversión y regocijo de sus invitados.

Al día siguiente, cuando se supo del asesinato del joven esposo de la condesa, toda la sociedad zacatecana fue a darle el pésame a la viuda. Después de aquel terrible acontecimiento la condesa se volvió más piadosa y no dejaba de rezar por el crimen que había cometido. Sus caridades aumentaron y dio dinero para que se realizaran mejoras en la iglesia a la que iba siempre a rezar y contribuyó para que se llevaran a cabo mejoras en la ciudad.

Cierto tiempo después, la condesa fue objeto de sospechas; se la acusaba de haber sido ella quien diera muerte a su marido y a su amante. Sin embargo, nada pudieron probarle, y como era tan buena y caritativa nadie creía verdaderamente en la acusación, al poco tiempo se la declaró inocente. Sin embargo, a partir de entonces ella jamás volvió a salir de la casona y guardo eterno luto por el infiel y aprovechado de su marido.

Sonia Iglesias y Cabrera

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Leyendas Cortas Tabasco

La Mujer Descarnada

Una leyenda de los indios choles, que habitan en los estados de Chiapas y Tabasco, nos relata que en un poblado de la zona maya vivía una mujer muy bella con su esposo y su hijito. El matrimonio se llevaba bien y era relativamente feliz.

Cierta noche se fueron los tres a dormir, después de una agotadora jornada de trabajo. El hombre y el niño se quedaron dormidos muy pronto. La mujer los observaba y cuando se dio cuenta de que ya estaban completamente metidos en sus sueños, se levantó y se dirigió hacia el panteón de la localidad.

Al llegar al cementerio, la mujer empezó a despojarse de su carne. Poco a poco se la fue quitando y la dejaba tirada en el césped del camposanto. Ya despojada completamente de su carne se fue a pasear por las calles del pueblo, haciendo un terrible ruido con sus huesos que se entrechocaban. Al llegar a su casa, se subió al tejado sin dejar de hacer ese tenebroso ruido de huesos, que daba horror.

Al escuchar el sonido de los huesos, el marido se despertó vio al esqueleto de su esposa, y se asombró de que no tuviera carne. Decidió espiarla para saber dónde había dejado su carne. La mujer descarnada decidió volver al camposanto para ponerse la carne y regresar a su hogar. Cuando el esposo encontró la carne de su esposa regada en el suelo del cementerio, rápidamente regresó a su casa para traer varios chiles. Con los chiles embarró toda la carne y el pellejo de su esposa.La mujer se quita la carne de su cuerpo

Cuando la mujer se dirigió al cementerio para volverse a poner su carne, se dio cuenta que por más que trataba no podía pegarla al esqueleto, pues se volvía a caer. Desesperada por lo que le estaba ocurriendo empezó a gritarle a su carne pidiéndole que se pegara. Pero nada, la carne seguía sin pegarse y caía al suelo irremediablemente.

Al dar las cinco de la mañana la mujer decidió regresarse a su casa, aunque fuera descarnada. Y le reprochó al esposo lo que le había hecho, y le aseguraba que si hubiera sabido que a su esposo no le gustaba que saliera y se quitara la carne, ella lo hubiera obedecido con mucho gusto. En cambio, ahora ya no había remedio porque no podía ponerse la carne de vuelta.

Y como la carne se negaba a adherirse al hueso, al poco tiempo la pobre mujer murió completamente descarnada. El esposo quedó muy triste por lo acontecido.

Fuente: Daniel Moreno Zaragoza, Tesis de Maestría, El Mundo Subterráneo

Sonia Iglesias y Cabrera